Después de más de 3 décadas de la tragedia, Chernobyl podrá ser utilizada para crear energía limpia.
El 26 de abril de 1986, una nube oscura fue arrojada sobre la ciudad autónoma de Pripyat y Chernobyl Raion, un distrito administrativo ahora vencido al sur de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia.
A pesar de que la oscuridad figurativa nunca se disipó por completo, el sol nunca dejó de brillar en la zona de 1,600 kilómetros cuadrados, conocida como la Zona de Exclusión de Chernobyl. Más de 30 años después de uno de los peores accidentes nucleares de la historia, este lugar transformará gran parte de su zona en una abundante fuente de energía limpia.
Una de las granjas solares más grandes del mundo
Una compañía ucraniano-alemana está construyendo una granja solar en Chernobyl, a 100 metros del domo que alberga el reactor central nuclear. La instalación se erigirá como una de las granjas solares más grandes del mundo con 3,800 paneles inicialmente, una central de energía limpia que según con el informe de The Guardian, será capaz de generar casi un tercio de la electricidad generada por la central nuclear de Chernobyl cuando era operacional.
Aunque no se puede hacer mucho con la tierra dentro de la zona, actualmente, Chernobyl funciona como una reserva natural accidental.
La granja solar producirá hasta 1,000 megavatios de energía. Mientras que otros proyectos de energía renovable en el sitio abandonado producirán 400 megavatios adicionales.
Energía renovable como alternativa
El aspecto más beneficioso de la instalación, es que a pesar de su reputación prohibitiva, está bendecida con un sol comparable al sur de Alemania, una de las regiones productoras de energía solar más importantes del mundo.
”El sitio de Chernobyl tiene un gran potencial para la energía renovable”, explicó el ministro de medio ambiente de Ucrania, Ostap Semerak, durante una conferencia de prensa celebrada en Londres.
¿Cómo pueden los trabajadores construir la granja de manera segura?
Aunque el sitio para la masiva granja solar de Ucrania tiene mucho a su favor, y el cambio del país hacia la producción de energía doméstica limpia y renovable es alentador, existen retos únicos que surgen al cosechar el poder del sol en una franja de tierra donde nada puede ser cosechado.
Estos desafíos giran principalmente en torno al trabajo humano requerido para construir la granja solar. Es probable que los turnos de trabajo sean dramáticamente más cortos que la construcción de una instalación solar en un sitio ”normal”. Esto para limitar la exposición a la radiación.
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