Según los investigadores, la nueva tecnología absorbe el dióxido de carbono y produce oxígeno a la atmósfera de manera más eficiente que un árbol típico.
La startup británica Arborea está lanzando un proyecto piloto en un campus del Colegio Imperial de Londres para probar su tecnología “BioSolar Leaf”.
Este invento cultiva minúsculas plantas (microalgas y fitoplancton), en estructuras de paneles solares que se pueden instalar en terrenos, edificios y techos. Los desarrolladores dicen que pueden limpiar el aire de dióxido de carbono, liberar más oxígeno a la atmósfera y cultivar proteínas vegetales nutritivas al mismo tiempo, lo que significa que no solo puede ayudar a combatir las emisiones de carbono, sino también a combatir el hambre en el proceso.
Con la fotosíntesis, estas plantas eliminan el dióxido de carbono del aire mientras generan oxígeno. De acuerdo con el sitio web de la startup, solo un acre de su sistema hace tanto para limpiar el aire como 100 acres de árboles.
Sin embargo, la limpieza del aire es solo uno de los beneficios de la tecnología BioSolar Leaf: las plantas microscópicas también producen una proteína orgánica que Arborea extrae y utiliza para crear productos alimenticios a base de plantas.
“Esta planta piloto producirá aditivos alimentarios saludables y sustentables mientras purifica el aire, produce oxígeno y elimina el dióxido de carbono del ambiente circundante”, dijo el gerente general de Arborea, Julian Melchiorri, en un comunicado de prensa . “Brindará la oportunidad de aprovechar completamente la acción dual BioSolar Leaf de Arborea en condiciones reales de operación y ayudará a desbloquear el potencial completo de la tecnología”.
Pero los científicos han estado trabajando en lo que dicen que es la primera “hoja biosolar” del mundo, que afirman puede absorber el dióxido de carbono y descargar oxígeno a la atmósfera de manera más eficiente que un árbol típico.
Será pilotado en el campus de la universidad. En ciudades como Londres, se espera que las estructuras de paneles solares puedan instalarse en los techos de grandes edificios, incluidos almacenes, cines y oficinas públicas.
El fundador de Arborea, Julian Melchiorri, dice que lo novedoso de la tecnología es que puede procesar dióxido de carbono a presiones extremadamente bajas, donde otras técnicas requieren equipos de compresores de gas.