Un lugar bello y frágil
El Bosque de Colomos ubicado en Guadalajara, es una reserva natural protegida, que actualmente está siendo amenazada. La creciente mancha urbana, así como intereses personales y empresariales, han puesto en peligro al pulmón citadino.
Muchos no lo saben, pero Colomos es el lugar donde convergen distintos nacimientos de agua, que abastecen a más de 230,400 habitantes diariamente.
Existen dos manantiales que se encuentran particularmente amenazados; El Barreno y La Campana.
Al final de la avenida Las Palmas, en medio de fraccionamientos, se encuentra un pequeño oasis llamado La Campana. Cuesta trabajo creer que en medio de la ciudad sobrevive un nacimiento de agua lleno de vida. Sin embargo, existe y está amenazado. Este paradisiaco espacio, genera cerca de 58.2 litros de agua por segundo.
El Barreno se encuentra cerca a la intersección de dos importantes avenidas (Acueducto y Patria), detrás de un centro comercial. Donde hasta hace unos meses, se encontraba un proyecto arquitectónico a pocos metros detrás del manantial.
Dicha reserva se vio afectada por las labores de construcción, muy cercanas al manantial, aún cuando la ley establece que “en el área comprendida dentro del círculo generado por un radio de 100 metros, a partir del borde natural de los manantiales existentes, y en la franja de 20.00 metros, a partir del límite natural de los cauces de los arroyos y escurrimientos… no se permitirá ninguna alteración negativa de las condiciones naturales existentes, siendo obligatorio el tratamiento de sus superficies con césped y vegetación apropiada. Estarán prohibidas todo tipo de instalaciones permanentes o temporales y quedará totalmente restringido el acceso del público a las áreas de conservación intensa, en el caso de los manantiales.”
El Barreno es de gran importancia, pues genera 96.7 litros de agua por segundo del vital líquido. Ambos manantiales generan 154.9 litros por segundo, que llegan a abastecer a más de 89 mil habitantes
¿Por qué son esenciales Los manantiales de colomos?
La importancia de cuidar estos manantiales va más allá de fines monetarios; es una importantísima fuente agua que lamentablemente disminuye todos los días.
Por ejemplo, en el año 2015 se tenía un estimado de 249 litros por segundo, en 2016, la cifra bajó a 217 litros por segundo y en 2017, a sólo 175 litros por segundo.
Estas reservas están a salvo por el momento , y a pesar de estar en peligro de desaparecer, siguen brindando agua a los millones de habitantes de Guadalajara día con día.