Eliminando la idea de ”desperdicio”
Las colillas de cigarrillos están en todas partes. Obstruyen las calles, ensucian nuestras playas y son consideradas un desperdicio no reciclable, debido a su compacta mezcla de productos tanto orgánicos como inorgánicos.
Cada año 18 billones de colillas de cigarro son desechadas en todo el mundo; generando una inimaginable suma de desperdicios que no sólo afectan la calidad de vida humana, además dañan la vida silvestre. Una sola colilla puede contaminar un litro de agua.
¿La solución?
TerraCycle, una compañía que tiene el objetivo de transformar los artículos no reciclables en productos reusables. ¿Cómo? Con ciencia por supuesto.
Con más de siete mil contenedores de reciclaje de colillas y la ayuda de nueve países, entre ellos EUA, Reino Unido y Australia, la empresa ha logrado reciclar cerca de 85 millones de colillas.
¿Cómo lo hacen?
Aunque lo ideal para la salud y el medio ambiente, sería que todos dejaran de fumar, eso no sucederá pronto. Sin embargo TerraCycle encontró una ingeniosa forma de transformar las colillas llenas de tóxicos en algo útil.
Primero dividen el material orgánico sobrante, como el tabaco y el papel, los cuales se mezclan con otros alimentos y son utilizados en terrenos no agrícolas, como campos de fútbol o de golf. Después los filtros se esterilizan, trituran y mezclan con otros materiales reciclados, que les permiten fundirlos en plástico industrial.
Los filtros o colillas están hechos de acetato de celulosa, el cual es un tipo de plástico que también se usa para manufacturar lentes de sol.
¿Qué se puede crear?
La compañía crea artículos como frisbees, ceniceros, juegos infantiles, jardines comunitarios, bancas de parque e incluso un estudio realizado en 2009, sugirió que podían usarse para hacer ladrillos.