Cuando la azafata observó a una niña rubia y despeinada sentada al lado de un hombre elegante y bien vestido, entendió que algo no estaba bien y tenía que llamar a la policía.
A veces por no meternos en problemas ignoramos situaciones que por azares del destino nos toca presenciar pensando precisamente que no nos incumbe pero ¿y si podemos salvar una vida? ¿Y si el día de mañana somos nosotros o un ser querido quién necesita ayuda? Las respuestas están en cada uno.
Al menos Sheila Fedrick, es una mujer que no puede ser ajena ni cerrar los ojos ante lo que ocurrió a su alrededor, su valentía le salvó la vida a una jovencita y ahora todo mundo está reconociendo su gran valor.
Sin embargo, el presenciar diversas situaciones y tener que lidiar con ellas, le ha dado mucha experiencia, tanto que es capaz de intuir cuando algo no está bien entre los pasajeros.
Ese día, no imaginó que un suceso estaba por cambiar su vida para siempre. Al dar las indicaciones a los pasajeros y pasar entre los pasillos verificando que todos hubiesen puesto correctamente su cinturón de seguridad, hubo un detalle que llamó mucho su atención.
Al lado de un hombre que vestía elegante, se encontraba sentada una joven cabello rubio con ropa vieja y además ella lucía descuidada. Cuando Sheila pasó por su lado, la pequeña la miró detenidamente, su mirada le hizo sentir que algo no estaba bien y estaba dispuesta a descubrirlo.
En el baño de damas dejó papel y un lápiz, de esta forma la chica podría pedir ayuda escribiéndole si en verdad la necesitaba. Al pasar nuevamente cerca de ella le hizo señas de que fuera al baño, sin que el hombre se diera cuenta.
Para su sorpresa, la jovencita fue rápidamente al baño, haciendo lo que Sheila le indicaba, después, cuando la azafata checó si había escrito algo, descubrió que la nota decía: “necesito ayuda”.
Sin pensarlo más, avisó al piloto lo que ocurría y cuando aterrizaron, las autoridades ya estaban esperando al hombre para averiguar lo que pasaba. La chica tenía 14 años y lamentablemente era víctima del tráfico de personas, hace meses había sido secuestrada.
Mientras que el hombre fue detenido, ella quedó en manos de las autoridades para llevarla de vuelta con su familia.
Sin la buena intuición de Sheila y su gran valentía, el final de esta jovencita hubiera sido muy trágico.
Para detectar este tipo de situaciones, Nancy Rivard, una azafata jubilada creó la organización Airline Ambassadors International en 2009, así será más fácil que las azafatas identifiquen situaciones que involucren a los pasajeros en riesgo. Además, también son un gran apoyo ahora para la aduana de los Estados Unidos y la policía de las fronteras, juntos intentan detener el tráfico de personas.
Lamentablemente son casi 1,2 millones de niños los que estima la ONU que son víctimas del tráfico cada año. Esta es la tercera actividad criminal mayor en el mundo, seguida del tráfico de drogas y armas. Es momento de hacer algo y no cerrar los ojos ante estos actos, el día de mañana la víctima podría ser un ser querido. Si llegas a presenciar alguna situación que esté perjudicando a otro, por favor, deja de lado el pensamiento de que no te incumbe, avisa de inmediato a las autoridades, ¡protejámonos los unos a los otros!
Sheila es una heroína que merece ser reconocida, si crees que su acto estuvo lleno de valentía y solidaridad, comparte con tus amigos este artículo en honor a todas las azafatas que día a día intentan frenar el tráfico de personas.
h/t: Entérate de algo