Una niña de 11 años transforma callejones en aulas de estudio para niños de escasos recursos

A pesar de vivir en malas condiciones, Steffany ayuda a los niños de su vecindario a educarse.

Steffany Rafaela da Silva, de 11 años de edad, da lecciones diariamente a los niños de su vecindario y se asegura de que nunca se quedan sin estudiar. Ella vive en la comunidad de la Roda de Fuego, en el oeste de Recife, Brasil, donde entre estrechos callejones, calles con aguas residuales y sin saneamiento básico, se convierte en maestra de 14 pequeños.

Catia da Silva es su vecina y confirma su vocación: “Es así que desde pequeña, antes de entrar en la escuela, ya le gustaba jugar a enseñar. Creció y no cambió. Todos los días están ahí, de pie o sentados en el suelo. Sólo no tiene clase si llueve, porque ellos no tienen donde quedarse”.



Steffany vive en una casa de apenas una habitación, que comparte con su madre, Rafaela, quien está desempleada. Incluso sin mucha estructura, Steffany siempre encuentra una manera de continuar la enseñanza. Las clases se preparan encima de su cama y ella siempre consigue pequeñas donaciones de dinero con amigos y vecinos para que pueda hacer copias de las hojas que les entrega a sus alumnos.

Como el número de niños viene aumentando, ella acabó pidiendo ayuda a una amiga. Mientras Steffany enseña a los mayores, su amiga, de 7 años, cuida a los menores. La chica dice que quien comenzó con la idea de la “escuela” fue una amiga, que luego acabó mudándose y entonces ella decidió continuar.



¿Su mayor sueño? ” Tener una habitación, una esquina para estudiar con mis amigos. En los callejones no podemos quedarnos cuando llueve y también necesito un lugar para guardar el material y para organizar las clases”.

Sin duda Steffany es una muestra de la vocación que puede tener una persona desde pequeña. Esperamos que las condiciones de la joven mejoren con ayuda de personas que busquen apoyarla.

Con información de Journal of Commerce


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