¿Qué tanto sabes acerca de tu propio ombligo?
Sólo por curiosidad, ¿eres de los que piensa que la razón por la que tienes un ombligo “normal” o “salido” tiene algo que ver con la forma en que el obstetra cortó y ató tu cordón umbilical cuando naciste?Vamos, ¡sé honesto!
La persistencia del mito sobre los ombligos ‘salidos’ es la clara muestra de que no sabemos nada acerca de nuestros ombligos.
Como sabemos, el ombligo es el remanente de lo que alguna vez fue el cordón umbilical; la conexión con tu madre que te suministró todos tus nutrientes y oxígeno cuando estuviste en el útero. Cuando naciste, el doctor, o tal vez las manos temblorosas de tu padre, cortaron el cordón umbilical a unos centímetros de tu vientre y bloquearon la sección restante.
Una vez sujeta, la pequeña sección del cordón umbilical se seca y se cae en aproximadamente una semana. Lo que queda es el umbilicus u ombligo, y su forma y tamaño dependen completamente de la forma en que tu barriga cicatriza después de que el cordón se cae.
Si tienes un ombligo ‘salido’, es probable que se deba a una hernia umbilical leve o una leve infección en la zona; pero si tu ombligo no terminó hacia afuera, simplemente perteneces a aproximadamente el 90 por ciento de la población que cicatrizó de la misma manera.
Aquí hay otros cinco dato fascinantes acerca de nuestros ombligos:
1. Ahí adentro hay una jungla
De acuerdo con una fascinante y extraña iniciativa científica llamada ‘El proyecto sobre la Diversidad del Ombligo‘, los ombligos albergan una asombrosa diversidad de bacterias.
Toda la diversión comenzó en 2011 en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, cuando un equipo de jóvenes investigadores tuvo la idea de explorar el conjunto de genes de los organismos microscópicos dentro del ombligo.
Usando secuenciación de ARN, los investigadores identificaron 2,368 especies diferentes de bacterias que vivían en el ombligo de 60 voluntarios. Como referencia, sólo existe la mitad de esta cantidad de especies de aves u hormigas en América del Norte.
Aunque ocho especies de bacterias dominaban el microbioma del ombligo, representando al 45% de la población total, todavía había una diversidad increíble entre los individuos. Por ejemplo, no se encontraron bacterias individuales en cada ombligo y 2,188 de las especies fueron encontradas sólo en el 10 por ciento de los ombligos muestreados.
Un amigo (y asumimos que era un chico) no solo portaba un montón de bacterias en el ombligo, sino también dos especies de arqueas, “un dominio de la vida que a menudo se encuentra en ambientes extremos y que no había sido reportado previamente en la piel humana”. Los investigadores agregaron que el individuo “confirmó por su cuenta que no se había bañado o duchado durante varios años”.
2. Tu ombligo está conectado a tu hígado
La pregunta, “¿Qué hay detrás de tu ombligo?” suena como a un acertijo Zen, ¿no? Pero así como en el ombligo hay restos del cordón umbilical externo, también existen vestigios internos de la conexión prenatal con nuestra madre.
Recordemos que el propósito del cordón umbilical era básicamente hacer circular la sangre rica en nutrientes y oxígeno de la madre dentro y fuera del feto en crecimiento. Para lograrlo, el cordón umbilical contiene dos tipos de líneas de vida: una vena umbilical que suministra sangre al bebé; y dos arterias umbilicales que transportan desechos y dióxido de carbono del bebé y vuelven a la madre para que pueda desecharlos.
Dentro del feto en crecimiento, esas venas y arterias umbilicales se conectan al sistema circulatorio, el hígado y la vejiga. Cuando nace el bebé, toma su primera bocanada de aire y se corta el cordón umbilical. Las secciones internas de las venas y arterias umbilicales también se secan y se endurecen para formar un tipo de ligamento; pero esos ligamentos continúan unidos al interior del ombligo.
Uno de los ligamentos conecta y divide el hígado; otro se extiende hacia abajo en la pelvis, donde partes de él todavía pueden funcionar como parte del sistema circulatorio cerca de la vejiga. En algunos bebés, la arteria vestigial que va de la vejiga al ombligo no se cierra del todo y la orina se filtra por el ombligo; afortunadamente con una cirugía simple puede cerrarse de nuevo.
3. ¿Son imanes de pelusa?
La pelusa del ombligo, como la cerilla para los oídos y las sustancias entre los dedos de nuestros pies, son uno de los grandes misterios no hablados acerca del cuerpo humano. En 2002, un científico y personaje de radio australiano llamado Karl Kruszelnicki, conocido como el Dr. Karl, decidió averiguar exactamente de dónde proviene la pelusa del ombligo y por qué algunas personas sufren con ella y otras no.
El Dr. Karl realizó una encuesta en línea en la que preguntó a las personas si tenían pelusa en el ombligo, de qué color era, así como detalles sobre su piel y cuerpo.
De las 4,799 respuestas a la encuesta, el Dr. Karl pudo hacer algunas correlaciones: Los hombres mayores moderadamente gordos con estómagos peludos eran los más propensos a tener pelusas en el ombligo.
El vello en el estómago atrapa trozos de fibra de algodón de la ropa, y los movimientos de la camisa sobre los pelos canalizan las fibras hacia abajo con la fuerza de la vida gravitacional hacia el agujero negro que es el ombligo. Cuando los voluntarios se afeitaron el pelo alrededor de los ombligos, el 40 por ciento notó que la trampa de pelusa desapareció.
El Dr. Karl fue el orgulloso destinatario del Premio Ig Nobel de 2002 por su investigación; un premio otorgado anualmente por “logros que primero hacen reír a la gente y luego hacer que piensen”.
4. Algunas personas no tienen ombligo
Todos los mamíferos placentarios tienen ombligo. Eso incluye a los gatos, perros y belugas, aunque a menudo es más difícil verlos en animales. Sin embargo, curiosamente, no todos los humanos tienen ombligos.
La supermodelo Karolina Kurkova es una de ellas; casi nunca verás una imagen de la barriga sin ombligo de Kurkova porque los editores de revista hacen photoshopean un ombligo de reemplazo para que la gente no piense que es un extraterrestre; pero las capturas de pantalla de los desfiles de moda revelan una ligera hendidura donde “debería” estar su pequeño ombligo.
Las personas que se someten a una cirugía estética de abdomen también pueden eliminar la banda de carne donde reside el ombligo. Algunos optan por crear uno nuevo en su lugar, mientras que otros lo ven como una excelente oportunidad para deshacerse de su problema de pelusa de una vez por todas.
5. Los ombligos son los mejores amigos de un cirujano
Si los ojos son las ventanas del alma, entonces el ombligo es la ventana hacia la vesícula biliar. En el campo de la cirugía no invasiva, cada vez más cirujanos realizan procedimientos importantes sin dejar cicatrices graves al pasar por el ombligo.
La cirugía laparoscópica es un tipo de procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo donde los cirujanos realizan una pequeña incisión en el ombligo e insertan un laparoscopio; una herramienta similar a un telescopio con una luz en el extremo que permite a los médicos ver lo que sucede dentro del intestino sin necesidad de hacer una gran incisión.
En un procedimiento laparoscópico típico, se realizan una o más pequeñas incisiones adicionales para cortar y extraer el tejido deseado.
Pero ahora hay un interés creciente en la cirugía laparoscópica de puerto único, donde tanto el laparoscopio como los instrumentos quirúrgicos flexibles se insertan a través de un puerto especial conectado a una única incisión en el ombligo. No sólo la cicatrización es apenas visible, sino que una sola incisión acorta el tiempo de recuperación y reduce el riesgo de contraer infecciones.
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