Imagina la inmensidad de un muro de polvo de miles y miles de metros; con la capacidad de envolver al edificio más grande de tu ciudad, como si fuera una diminuta hormiga.
Las tormentas de polvo son ocasionadas cuando una tormenta eléctrica se colapsa; los vientos se comienzan a reversar y la precipitación se libera. Cuando las ráfagas de aire frío tocan el suelo desértico levantan el polvo del suelo y este envuelve la nube de la tormenta. Son bastante comunes en regiones áridas y semiáridas.
Éstas se viajan a una velocidad de entre 32 y 96 kilómetros por hora. Jason Ferguson, quien por años ha tomado fotografías desde helicópteros, comentó para PetaPixel: “Es difícil explicar lo masivas y amenazantes que son estas paredes de polvo, comparándolas con un helicóptero relativamente pequeño. A menos que lo vivas de primera mano. Volamos alrededor de 1287 kilómetros sobre el suelo, y estas tormentas de polvo aún cubren miles de metros sobre nosotros. Por curiosidad, volamos sobre una, y medimos alrededor de 2 kilómetros de altura.”
A principios de Agosto, Ferguson logró tomar fotografías de una de estas colosales tormentas con su Smartphone sobre Arizona desde un helicóptero de noticias. Por suerte, su piloto los mantuvo fuera del área de la tormenta, y lograron aterrizar a salvo.