“No me cuesta nada hacerlo, al contrario, me gusta ayudar a la gente”.
El protagonista de esta historia es Pachy Carrasco un hombre de 41 años radicado en la ciudad de Cipolletti, en la provincia de Río Negro en Argentina, donde trabaja como pintor de casas y en su tiempo libre ayuda a los adultos mayores con dificultades económicas limpiando los calefactores de sus hogares.
Todo comenzó cuando una amiga de su mamá le pidió ayuda para encender el calefactor de su casa pero Pachy se dio cuenta que el aparato había acumulado una gran cantidad de suciedad en la parte interna y decidió ayudar a la mujer, porque sabía que probablemente esa sería una tarea difícil para ella. Al terminar, la mujer le agradeció y deseaba darle una pequeña retribución pero Pachy no la aceptó.
Después de esta experiencia, Pachy continuó pensando al respecto y se imaginó que muchos adultos mayores deben pasar por situaciones similares y por esto decidió publicar un mensaje en su cuenta de Facebook que decía lo siguiente: “Se viene el frío… asi que si saben de algún abuelo/a que quiera limpiar el calefactor y no tenga para pagar, me avisa y se lo limpio gratis”.
La publicación que fue realizada el 26 de marzo del 2021, fue compartida más de 28.000 veces y recibió cientos de mensajes en pocos días de personas que felicitaban su solidaridad y bondad. Adicionalmente, Pachy recibió muchos mensajes de personas solicitando su servicio tanto en Río Negro como en otras provincias argentinas y aunque mencionó que no puede ir hasta otros lugares, espera que otras personas ayuden a los abuelitos necesitados.
En una entrevista con el medio LM Cipolletti, Pachy habló al respecto “Se vienen los días fríos y hay jubilados que cobran una miseria. No les alcanza para nada, ni siquiera para comprar medicamentos”. Y agregó que también “hay muchos vivos” que se aprovechan del desconocimiento de los adultos mayores y les hacen limpiezas superficiales cobrandoles por un servicio completo.
Adicionalmente, Pachy mencionó “Yo sé lo que es no tener (dinero). Lo pasé cuando era chico. Veo todo lo que les cuesta a los grandes. No me voy a ser más pobre por dedicarles algunas horas a esto. No me cuesta nada hacerlo, al contrario, me gusta ayudar a la gente. No me voy a ser más pobre ni más rico. Me siento agradecido de la vida”.
De esta manera, Pachy continúa con su noble labor y después de terminar su jornada como pintor acude a las casas de los abuelitos para ayudarlos con la limpieza de los calefactores.