Es difícil creer que sea la misma persona pero Amber demuestra que con dedicación todo es posible.
Muchas de las personas que sufren obesidad, desataron este problema a causa de depresión, ansiedad o algún otro tipo de traumas o miedos, encontrando en la comida un refugio.
Así fue la historia de Amber Rachdi, una joven de Oregon, EE. UU. quien con apenas 24 años de edad pesaba 298 kilogramos. Amber sufría de depresión y siempre encontraba “sentirse mejor” comiendo de forma desmesurada. Sin embargo, lo que ella desconocía era que este sentimiento era solo momentáneo y que a su vez la dañaba más.
Su obesidad estaba tan avanzada que Amber no podía vivir sola, necesitaba ayuda para la mayoría de sus actividades, dependía de un auto eléctrico para poder moverse, los pliegues de su piel tenían que lavar con un cepillo especial para evitar llagas e infecciones y su relación amorosa comenzaba a quebrantarse ante la falta de actividad sexual y por su apariencia.
Con todas estas dificultades, Amber tomó la decisión de someterse a los tratamientos necesarios para bajar de peso e ingresó al programa de televisión “My 600lb life” (Mi vida de 270 kilos) donde comenzó a tener rutinas y planes alimenticios para controlar su peso.
Dentro de su proceso, Amber optó por mudarse a Texas para realizarse una cirugía de bypass gástrico con la que primero tuvo que hacer dieta para bajar al menos 10 kilos y así poder continuar con el proceso.
El Dr. Nowzaradan la acompañó en todo momento para monitorear que su salud no estuviera en riesgo. Amber comenzó un plan alimenticio mucho más sano y tras tres meses de dieta, logró bajar 8 kilos más.
Finalmente, Amber era candidata para realizarse la operación, la cual fue exitosa. Siete meses después, la joven había bajado más de 40 kilos y junto con esto, una nueva vida comenzaba a nacer dentro de ella. Su estado de ánimo era mucho más alegre, se le veía más motivada y sus hábitos mejoraron, haciendo que la pérdida de peso continuara.
Tras un año de haberse hecho el bypass, Amber había logrado perder 65 kilos y su apariencia era irreconocible. Sus familiares y amigos estaban tan orgullosos de ella que no se cansaban de animarla para que ella siguiera echándole todas las ganas del mundo a su increíble transformación.
Con la pérdida de tantos kilos, la piel de Amber se había deformado, por lo que el Dr. Nowzaradan la operó para quitarle esa piel restante de su cuerpo y ella luciera mucho mejor aún.
A pesar de que todavía le quedan algunos kilos por bajar para alcanzar su peso ideal, la vida de Amber mejoró muchísimo. Ella puede finalmente valerse por sí misma, ha recuperado su confianza, su noviazgo y sobretodo, su calidad de vida.
Aplausos para Amber por el gran esfuerzo que ha hecho a lo largo de su transformación y las mejores vibras para que continúe con estos nuevos hábitos con todo el espíritu.