El avión se convirtió en una biblioteca y escuela de programación para niños. Además acumulando visitas puedes tomar clases de vuelo simuladas.
Muchas cosas buenas están sucediendo en Iztapalapa. La Plaza de la Colonia Álvaro Obregón dejo de ser otro lugar que se evitaba, para convertirse en una verdadera utopía. El centro de la plaza tiene un avión que ha traído demasiada atención turística así como local. La razón es que esta aeronave abandonada (antes propiedad de Mexicana) se convirtió en una biblioteca digital para que los niños visiten la nave y lean dentro de la cabina.
El proyecto lleva por nombre Volando a la Utopía y es una de esas iniciativas que el Gobierno anunció al iniciar el año, como una forma para mejorar la vida en esta colonia así como fomentar la lectura y educación. El gobierno de Clara Brugada inició este programa para crear más áreas verdes en Iztapalapa y en espacios culturales para que los vecinos puedan convivir en paz. Al igual que la plaza Álvaro Obregón, la mayoría de las áreas rescatadas eran lugares que los habitantes evitaban por cuestiones de seguridad.
El primer biblio-avión
El biblio-avión es un Boeing 737-200 que dejó de funcionar en 2009 y estaba en el cementerio de aviones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Los ex-miembros de la extinta Mexicana de Aviación recuperaron este avión abandonado para darle una utilidad. Retiraron las filas de asientos y las cambiaron por computadoras y una minibiblioteca donde los niños pueden ir a hacer sus tareas. Todas las computadoras tienen instalados juegos y softwares con los conceptos básicos de programación. La idea es que desde pequeños, aprendan a programar y tengan un futuro con menos complicaciones y más herramientas.
La idea de revivir el avión es una de las mejores. Después de haber volado en Nueva Zelanda y México, la aeronave merecía un destino digno como éste. Si no hubiera sido de esta forma quizá sus restos habrían terminado llenos de óxido o desmantelado para que utilizaran sus partes como refacciones.
Simulación de vuelo incluido.
El señor Marcos Gerardo López, mecánico de aviación retirado, es el encargado de la cabina del avión. Allí hay un simulador de vuelo donde los niños pueden ir después de juntar 10 visitas a la biblioteca dentro del avión. Don Marcos le enseña cuán sencillo es pilotear la nave y les da una ‘vuelta’ virtual. De esta forma los niños se entusiasman y desean seguir leyendo y aprendiendo.
El avión además cuenta con talleres de dibujo, ajedrez, cuentacuentos, zumba y computación para adultos.
Un aplauso para el gobierno de Iztapalapa y está gran iniciativa.