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Después de 2 años, esta ardilla sigue visitando a la mujer que lo rescató cuando era bebé

Aunque es una ardilla libre, frecuentemente visita a la mujer que la rescató.

Esta historia empezó el 25 de febrero del 2019 cuando Jessica Adams caminaba junto a su hijo desde su escuela y repentinamente vieron una pequeña mancha rosada en la acera y al aproximarse descubrieron que se trataba de una ardilla bebé recién nacida que por alguna razón no estaba en su nido.

De inmediato, Jessica empezó a analizar la situación y al ver que no estaba la mamá, pensó que probablemente la ardilla bebé se había caído de su nido después del paso de una tormenta de viento que la dejó en la acera y al notar la fragilidad del animalito decidió llevarlo a casa para intentar cuidarlo y que esté en un lugar cálido y no en la intemperie en medio del invierno. 




Posteriormente, Jessica llevó al pequeño a casa e hizo todo lo posible para que sobreviva, ya que aunque llamó a un centro de rescate animal, ellos no tenían espacio, así que empezó a cuidarlo por su cuenta alimentándolo cada dos horas con una pipeta, incluso durante la noche. Jessica registró el peso inicial de la ardilla que era de tan sólo 1.3 onzas (36 gramos) pero con mucho esfuerzo y dedicación Jessica logró que empiece a ganar peso y que esté saludable.

En una entrevista con Bored Panda, Jessica relató que junto a su familia le pusieron de nombre ‘Steven Jeffrey Adams’ y de cariño le decían solo ‘Steve’. A medida que fue creciendo lograron ver que el pequeño había perdido la mitad de su cola y ante ese descubrimiento Jessica explicó: “estoy bastante segura de que un depredador lo sacó de su nido” y por eso terminó en medio de la acera. 




Adicionalmente, comentó que llevaba a Steve a todas partes, incluso a su trabajo, para poder alimentarlo en cada horario y relató que tenía una linda personalidad “Steve era inteligente, mucho más inteligente de lo que esperaba. Era muy parecido a un perro, venía cuando lo llamaban, me avisaba cuando quería jugar y también cuando quería que lo abrazaramos o cuando quería tomar una siesta. Le encantaban los bolígrafos por alguna razón y siempre los llevaba a su ‘dormitorio’. Le encantaba estar conmigo, me necesitaba… habría muerto sin ayuda. Y yo no me imaginaba cuánto lo necesitaba a él, ni lo mucho que lo adoraría”.

Una vez que Steve empezó a tener más fuerzas, poco a poco lo dejaron ir al patio para que aprenda a subir los árboles, Jessica comentó que “quería que él se acostumbrara a los sonidos constantes que hay al estar afuera” y así comenzó a explorar en la naturaleza. Aunque Jessica estaba triste porque sabía que eventualmente sus instintos naturales lo harían irse, también se sentía muy orgullosa y feliz de ver su crecimiento y convertirse en una hermosa ardilla.

De esta manera, un día Steve desapareció y aunque Jessica temía que quizás no había desarrollado todos sus instintos para vivir libremente, ella confiaba en que lo lograría y después de varios días tuvo la grata sorpresa de verlo otra vez cuando la visitó en el jardín. Desde entonces, Steve regresa a visitar a su ‘mamá humana’ e incluso acude con su ‘novia’, a quien Jessica le apodó ‘Jolene’. 




Finalmente, Jessica comentó: “creo que él es feliz, tiene una familia. Aún me mira con curiosidad como si recordara todo pero ya no se sube a mi, un miedo saludable a los humanos está bien porque lo mantiene a salvo ya que no todos son amables. Él nos visita seguido y es bastante fácil de identificar porque le falta la mitad de su cola”.