Su figura era muy atípica, pero con esfuerzo y amor propio logró lucir como ella soñaba.
Esta es la historia de Larisa, una mujer de 36 años. Hace algunos años atrás, Larisa perdió a su cónyuge; con el que pasó cinco afortunados y maravillosos años. La repentina pérdida hizo que esta mujer se paralizará ante la tristeza y por supuesto dejó que su vida se descontrolara.
Larisa comenzó a comer a rienda suelta, dejo de cuidarse y para cuando se dió cuenta, la mujer alcanzó los 100 kilogramos y con esto un aumento de 164 centímetros en sus caderas.
Larisa sabía que no podía dejar que esto siguiera empeorando, así que tomó cartas en el asunto y decidió que estaba lista para un cambio radical. La mujer comenzó a planear mejor su vida personal y alimentación y logró perder 26 kilogramos, además de que estaba segura de que era momento para volver a tener citas.
El armario de Lisa no era uno muy a la moda , sólo poseía camisas con cuello de tortuga y colores sólidos y jeans. Por lo que su mejor opción era acercarse con expertos de la moda que la ayudarían a elegir ropa que quedara con su cuerpo, personalidad y que elevara su estado de animo.
Como resultado, Larisa salió con varios cambios de look, y lo que para ella era una figura corporal fea, terminó por ser su mejor aliada. Larisa tiene una figura realmente femenina, tiene curvas y una cintura acentuada, el problema es que la ropa que elegía no era la adecuada. Su cuerpo luce mejor con vestidos que en pantalones.
Los expertos profesionales trabajaron con paciencia la imagen de Larisa, agregaron un poco de maquillaje a para regresarle un poco de color y vida a su rostro, cambiaron su color de cabello y le dieron un peinado moderno pero funcional.
Su primer vestuario consistió en algo sencillo, una chaqueta original con un interesante esquema de color azul y una linda falda hasta la rodilla que se ceñía perfectamente a su cintura. Se complementó con un bolso y unos tacones pequeños para afinar sus piernas y dejar todo armonioso.
Después en su segundo vestuario, Larisa lucía mejor que nunca. Su look consistía en un vestido rojo y suelto y un blazer blanco. Los accesorios no se quedaron atrás y las gafas que portaba eran realmente feroces. La combinación fue tan certera que incluso no parecía ella misma.
Su tercer cambio fue un vestido en tonos morados. El cual se ajustaba en la cintura con un cinturón, dándole de esta forma una ‘’cintura de avispa’’, se utilizaron unos tacones bajos en tonos violetas, maquillaje ligero, un bolso y un cabello ondulado que jugaba con cualquier señal de viento.
Larisa sin duda alguna recupero la vitalidad, el autoestima y estamos seguros de que más de alguno está detrás de ella por lo increíble que luce ahora.
A pesar de las dificultades y las grandes tristezas que se habían presentado en su vida, Larisa encontró una vez más razones para levantarse y recuperar todo eso que había perdido en el camino.
Esperamos que la historia de Larisa te haya inspirado tanto como a nosotros y recuerda que está bien caerse, pero lo mejor viene al levantarse.