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Enfermera consuela a paciente de COVID-19 usando guantes con agua

“Le dije que pensara que era la mano de Dios” 

La protagonista de esta historia es Lidiane Melo, una enfermera brasilera originaria de Río de Janeiro que desde que comenzó la pandemia de COVID-19 se ha enfrentado a difíciles momentos en su trabajo, atendiendo a cientos de pacientes contagiados por esta enfermedad y aunque Lidiane ha dado todo de sí, lamentablemente no todos han sobrevivido por las complicaciones del COVID-19.




A pesar de las dificultades de su trabajo, Lidiane continúa esforzándose día a día e incluso ha implementado algunos métodos para ayudar a que sus pacientes estén más calmados cuando están internados en el hospital. Uno de los métodos lo inventó cuando una mujer suplicaba que no fuera anestesiada porque temía que si se dormía no iba a despertar y no podría ver a sus hijas. Y aunque Lidiane intentó calmarla de muchas formas, la mujer presentó varias crisis que la mantenían alterada y angustiada.

Sin embargo, esto cambió cuando a la enfermera Lidiane se le ocurrió llenar dos guantes quirúrgicos con agua tibia, los amarró uno sobre otro y posteriormente colocó la mano de la mujer en medio de los guantes para ayudarla a sentirse tranquila y segura. En una entrevista con el sitio web Razones para acreditar, Lidiane comentó que por las restricciones ella no puede sostener la mano de los pacientes por el riesgo al contagio y narró que cuando colocó los guantes sucedió algo maravilloso:

“Hice la manita, ella se calmó y me dijo que parecía que yo estaba sosteniendo su mano y le dije que no era la mía, que era mejor que pensara que era la mano de Dios que la iba a ayudar a salir de ahí”. 



 

De esta manera, la paciente de Lidiane logró estar más tranquila sabiendo que su enfermera siempre iba a estar ahí para ella y resaltó que la sensación de tener la mano caliente la reconfortaba durante los siguientes días que pasó internada, hasta que finalmente fue dada de alta y pudo regresar a su hogar con sus hijas.

Gracias al éxito del método improvisado para ayudar a la paciente de Lidiane, otros enfermeros y doctores del hospital, empezaron a utilizar esa técnica para ayudar a tranquilizar a los pacientes nerviosos y para facilitar la realización de diversos procesos médicos cuando las personas atraviesan por un momento de crisis, al estar internados y tener la incertidumbre de no saber si se van a curar y regresar con sus familias.



 

El método de Lidiane, fue apodado ‘la manito pequeña’ o ‘la manito de Dios’ y tras la difusión de esta técnica en Brasil, otros profesionales de la salud han implementado este método como una nueva herramienta para ayudar a los pacientes contagiados de COVID-19 en este país.