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Hombre convierte lotes baldíos en campos de flores para enseñar economía sostenible a jóvenes

Emplea a jóvenes de escasos recursos para que adquieran conocimientos de economía, ecología y sostenibilidad.

Quilen Blackwell es un reconocido florista estadounidense y fundador del Chicago Eco House, una organización que se encarga de capacitar a jóvenes afroamericanos que viven en los barrios de bajo recursos de Chicago, para fomentar emprendimientos sociales sostenibles, para aliviar la pobreza.




Quilen empezó a desarrollar su empresa en el 2014, después de haber trabajado en una preparatoria de Chicago, donde pudo conocer en primera mano las dificultades que pasan los adolescentes y jóvenes de barrios pobres para conseguir empleos. Debido a su interés por el servicio comunitario, Quilen emprendió su proyecto enfocado en crear granjas de flores y empresas sociales.

De esta manera, Quilen y su esposa Hannah Bonham Blackwell comenzaron contratando a jóvenes del barrio de Englewood para diseñar y planificar los proyectos de la empresa. Después de varios emprendimientos en pequeña escala, en el 2017 adquirieron dos lotes baldíos para construir su primera granja comercial de flores para poder crear empleos para los jóvenes de Englewood.




Debido al gran éxito entre los vecinos de Englewood, Quilen y Hannah fueron invitados a otros dos barrios de Chicago para que repliquen su modelo y así promover el espíritu empresarial en los jóvenes, para que sepan que tienen buenas opciones de trabajo.

Además de generar empleos para los jóvenes, Chicago Eco House también se encarga de enseñar sobre varios aspectos de la sostenibilidad como la agricultura urbana, las fuentes de energía renovable, cocina saludable, la impresión 3D, el desarrollo económico de la comunidad, entre otros temas.




Adicionalmente, Chicago Eco House se ha enfocado en encontrar formas innovadoras para capacitar a los jóvenes estudiantes para que amplíen sus conocimientos y opten por seguir carreras universitarias en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

De esta manera, los jóvenes adquieren las herramientas necesarias para aplicar los conocimientos y conceptos en un contexto empresarial, mientras cultivan flores en los terrenos baldíos. Finalmente, Quilin espera que a través de estos métodos, los jóvenes sepan que existen oportunidades económicas ecológicas, para brindarles alternativas a las calles y vean que hay esperanza y positividad.