Pasó 60 años de su vida donando aproximadamente cada dos semanas, para ayudar a salvar a millones de bebés.
James Harrison es un hombre de 83 años de origen australiano quien se convirtió en el ‘Hombre del Brazo de Oro’ ya que mantuvo un enorme compromiso para ayudar a los demás a través de la donación de sangre.
Este compromiso se originó porque a sus 14 años de edad tuvo una emergencia médica de la cual tuvo que ser operado y necesitó de grandes cantidades de sangre para poder sobrevivir. Y cuando tuvo la mayoría de edad decidió que haría lo posible para retribuir a los demás.
De esta manera, James pasó los siguientes 60 años donando en diferentes localidades de Australia aproximadamente cada dos semanas.
Como James acudía de forma regular a los centros de salud, la Cruz Roja y el Banco de Sangre, eventualmente los médicos se dieron cuenta de algo muy particular: la sangre de James contenía un anticuerpo inusual, que es imprescindible para realizar un medicamento pionero para ayudar a mujeres en gestación y salvar la vida de los bebés de una enfermedad potencialmente mortal.
Con este hallazgo, desde 1967 los funcionarios del Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana lograron salvar a más de dos millones de bebés de una potencial muerte, al administrar un medicamento con Anti-D que incluye el componente de la sangre de James.
Finalmente, el 11 de mayo del 2018 James hizo su última donación a sus 81 años en el Centro de Donadores de Sangre del Ayuntamiento de Sidney, ya que los médicos de la Cruz Roja consideraron que por su edad James necesitaba proteger su propia salud.
El suceso de la última donación de James fue registrado en videos y fotografías, de las cuales el australiano se refirió como “El fin de una era”. Y aunque el ‘Hombre del Brazo de Oro’ no deseaba terminar con las donaciones, tuvo la satisfacción de haber podido ayudar a tantas mujeres y bebés, puesto que según las estimaciones de la Cruz Roja cerca del 17% de las mujeres embarazadas de Australia requieren las inyecciones con Anti-D y aunque ya no cuentan con James, existe un grupo de aproximadamente 160 donadores que también contiene ese anticuerpo en su sangre.
El enorme aporte de James ha sido reconocido por las autoridades de su país y ha recibido la Medalla de la Orden de Australia, además de la gratitud de miles de personas, como lo manifestó Jemma Falkenmire, vocera del Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana:
“La Cruz Roja y Australia nunca podrán agradecer de manera suficiente a un hombre como James. Es poco probable que alguna vez volvamos a tener un donador de sangre dispuesto a comprometerse de esta manera”.