A fin de reducir los plásticos de un solo uso, esta mujer comenzó a buscar soluciones más verdes para los envases desechables.
Durante el último siglo la reducción en el consumo de plásticos así como su fabricación ha sido lo que más preocupa a la humanidad. A pesar de la gran dependencia que tenemos hacia ellos, su boicot se ha convertido en una tendencia mundial, dado el daño que el plástico causa al medio ambiente, especialmente a los océanos.
Inspirada por esta tendencia, Paula Facó, de Ceará, creó un plato completamente biodegradable hecho de plantaciones de banano orgánico en el quilombo de Serra da Rajada, en Caucaia (CE). La investigación se llevó a cabo en colaboración con otros seis investigadores en un anuncio aprobado por el laboratorio de Creación 2019 de la Escuela de Gastronomía Social Ivens Dias Branco.
Pasión por la gastronomía.
Formada en comunicación, Paula decidió reconciliar la profesión con su pasión por la gastronomía. Los fines de semana, se reunía con un amigo para vender sopa. ‘’Teníamos el deseo de no usar plásticos de un sólo uso y comenzamos a buscar opciones que tendrían menos impacto en el medio ambiente’’, dijo. La motivación para la investigación llegó precisamente cuando no encontraron productos accesibles.
Con ayuda del profesor Adriano Mattos, analista del laboratorio de Biomasa de Embrapa, la investigadora se dedicó durante siete meses hasta alcanzar el resultado. ‘’Pudimos desarrollar un proceso de producción simple, con el fin de respetar los conceptos de sostenibilidad, que está presente no solo en el producto final, sino en todas las etapas de producción’’.
MUSA
Llamados MUSA (Materiales y utensilios sostenibles para alimentos), los platos son absolutamente seguros para la salud y el medio ambiente, además de dar un toque rústico y personalizado para cualquier escenarios de decoración.
Paula eligió el plátano como materia prima debido al alto potencial para reutilizar la fruta, que es una de las más consumidas en Ceará. ‘’La gran ventaja del utensilio y lo que lo diferencia de otros que ya existen, como la yuca o el coco, es que su materia prima ya está disponible en la naturaleza’’, explica.
Palmitos de plátano.
También es interesante observar que la investigación ha demostrado que hay otras partes de la producción de banano que podría utilizarse, como el corazón de banano (una planta de alimentos no convencional). Las propiedades nutricionales y el sabor son similares a los de los palmitos convencionales extraídos de las hojas de algunas palmeras.
‘’Hoy, el objetivo de la investigación es diversificar los utensilios para alimentos y desarrollar productos a partir de otros residuos de la producción de banano, como el palmito y el corazón o mango del plátano’’, dice Paula.
¿Utilizarías este tipo de platos?