Además, da clases de educación ambiental para fomentar prácticas sustentables en su comunidad.
El protagonista de esta historia es Edgar Edmund, un joven originario de Tanzania que inició un maravilloso proyecto ambiental y social cuando tenía tan solo 15 años en diciembre del 2015, después de haber presenciado como más de 700 casas de adobe fueron destruidas en su totalidad, por las inundaciones en las aldeas de bajos recursos de Dar es-Salam, al este de Tanzania.
Después de los estragos de las inundaciones, Edgar notó que muchos de los afectados tuvieron que resignarse y empezaron a adquirir materiales económicos para poder reconstruir sus casas, pero el joven temía que esto simplemente haría que la historia se repita si había una nueva inundación. Ante ese inminente suceso, Edgar decidió desarrollar una fundación llamada Green Venture Recycles para producir materiales de construcción baratos y resistentes a base de desechos de plástico.
Para probar su idea, Edgar comenzó a recolectar desechos de plástico que encontraba en los vertederos de la ciudad y logró desarrollar un prototipo de ladrillos, tejas, bloques y madera de plástico, utilizando un filtro para capturar los gases tóxicos como dioxinas y furanos que se generan al fusionar los plásticos y finalmente obtuvo una producción de materiales sostenibles.
De esta manera, Edgar empezó a ofrecer sus productos como una alternativa a los de uso tradicional, como los ladrillos de plástico que son más económicos y resistentes que los bloques de cemento y arena, la ‘madera plástica’ que es ideal para hacer muebles y para la construcción, y sus tejas de plástico que son perfectos para los techos, ya que son resistentes al agua y son más fácil de limpiar que los regulares.
Gracias al éxito de su técnica, Green Venture Recycles tuvo un gran crecimiento en Tanzania y desde entonces Edgar ha contratado a más de 100 empleados para la recolección de residuos de plástico, reciclando más de 60 toneladas de este material y ha generado un impacto social y ambiental positivo por la oferta de empleos y por la creación de materiales de construcción económicos y resistentes a base de plástico, ideales para la construcción de viviendas de bajo costo para las personas de escasos recursos.
Adicionalmente, Edgar se ha enfocado en dar charlas de sostenibilidad y educación ambiental a más de 4000 estudiantes de Tanzania y en el 2017 fue nombrado ganador del Children’s Climate Prize 2017. Johan Kuylenstierna, presidente del jurado de los premios, alabó su trabajo en Green Venture Recycles destacando que “las innovaciones de Edgar son brillantes y un buen ejemplo de cómo combinar la responsabilidad climática y al mismo tiempo contribuir a un desarrollo positivo”.