Trabajó por varios meses para que cada uno de los estudiantes pueda tener un par de zapatos nuevos.
El protagonista de esta historia es Sam Bregman un adolescente estadounidense de 16 años, estudiante de la preparatoria Hamilton High School en la ciudad de Chandler, Arizona quien en diciembre del 2020 inició un maravilloso proyecto para recaudar fondos para donar zapatos deportivos y calcetines para cada uno de los niños que estudian en la escuela Galveston Elementary School en su ciudad.
Sam trabajó arduamente de la mano de la organización sin fines de lucro Shoes That Fit, para poder recaudar fondos con aportes de la comunidad. Después de varias semanas, en marzo del 2021 logró cumplir con su objetivo, tal como lo mencionó en una entrevista con el medio local Fox 10: “Estoy demasiado emocionado de finalmente poder darles a los estudiantes los zapatos deportivos y los calcetines, pasé varios meses trabajando para esto y ver qué se hace realidad es extremadamente emocionante”.
Gracias al proyecto de Sam, el joven logró llegar a su meta de recaudación de más de $15.000 USD y de esta manera pudo comprar 458 zapatos deportivos y 5 pares de calcetines para cada uno de los estudiantes de la escuela Galveston Elementary School.
En una entrevista con AZ Central, Sam explicó que para él era muy importante ayudar a los niños de la escuela Galveston puesto que ellos no tienen un sistema de buses escolar y todos los niños deben de caminar desde sus casas para poder llegar ahí y debido a la crisis económica, la mayoría de los padres de los estudiantes no tienen dinero para poder comprarles zapatos nuevos.
Sam comentó que se asoció con la organización Shoes That Fit, puesto que su trabajo ha sido vital para miles de niños en Estados Unidos, ya que cuando los niños reciben zapatos nuevos les ayuda con un aumento del 87% en la autoestima y también genera un aumento del 70% en el nivel de actividades de los niños. Sam explicó que “Algunos de los destinatarios anteriores de estos zapatos eran niños que usaban zapatos con suelas abiertas. Tenían que pegarlos con cinta adhesiva o sujetarlos con bandas elásticas”.
Al estar consciente de las dificultades que tienen los niños de la escuela Galveston, Sam se esforzó arduamente para ser equitativo y lograr su meta para que cada uno de ellos pueda disfrutar de tener zapatos nuevos, y manifestó que aunque es una acción pequeña espera que con su ayuda pueda quitar un peso de encima a los papás y a los niños.