Este hecho es un importante avance en la conservación de especies.
En diciembre del 2020 el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos publicó un alentador reporte sobre el estado de la enigmática águila calva estadounidense en la que afirman que su población se ha cuadruplicado desde el 2009.
El reporte indica que más de 316.700 águilas calvas y más de 71.400 parejas anidadoras estuvieron presentes en los 48 Estados más bajos de Estados Unidos, durante la temporada de reproducción del 2019. Ante este importante avance, la Secretaria del Interior de Estados Unidos, Deb Haaland resaltó en una rueda de prensa que “Este es verdaderamente un hito en la historia de éxito de conservación”.
Y es que la población del águila calva tuvo una disminución severa en los 48 Estados más bajos de EE.UU. entre los años 1870 y 1970 generado por la caza, la pérdida de su hábitat y por el uso de DDT, un fuerte insecticida que afectó significativamente a las cáscaras de los huevos de las águilas calvas, impidiendo el desarrollo adecuado de los bebés.
La población de esta especie estuvo tan afectada que en 1963 sólo quedaban 417 parejas reproductoras en todo el territorio estadounidense y ante la situación, el gobierno federal prohibió el uso de DDT en el año 1972. Adicionalmente, el águila calva fue colocada bajo la protección de la Ley de Especies en Peligro de Extinción y de esta manera el gobierno estadounidense empezó a tomar otras medidas enfocadas en la protección de los hábitats de las águilas calvas.
La Secretaria del Interior resaltó en la rueda de prensa que “El águila calva siempre ha sido considerada una especie sagrada para los indios americanos y, de manera similar, es sagrada para nuestra nación… El fuerte regreso de esta preciada ave nos recuerda la resiliencia compartida de nuestra nación y la importancia de ser administradores responsables de nuestras tierras y aguas que nos unen”.
Sin duda un importante avance para la protección y conservación de esta especie.