Cumplió el sueño que tuvo con su esposa de contribuir a su comunidad.
Un profesor jubilado de Kenia llamado Nduhiu Njama de 94 años decidió convertir su residencia ubicada en Tetu, en el condado de Nyeri, en un hogar para ancianos.
La mansión fue construida en el año 1992 en un espacio de 2.4 hectáreas que fue el hogar de Nduhiu con su esposa Gladys antes de su fallecimiento.
La decisión de donar su mansión la tomó como apoyo a su comunidad y en honor al sueño que tuvo con su esposa, tal como lo comentó “Antes de que mi esposa muriera en 2003, nosotros siempre quisimos hacer algo para contribuir a la sociedad pero no nos habíamos decidido que hacer. Ahora que ella ya no está, no tengo a nadie con quien compartir la propiedad”.
De esta manera, al notar las deficiencias en el sistema de cuidado de adultos mayores en su condado, Nduhiu consideró que el mejor uso para su residencia sería para apoyar a este grupo vulnerable.
Ya que muchas personas jóvenes se mudan constantemente a ciudades más grandes o a otros países en búsqueda de trabajo y los adultos mayores se quedan solos y con poco apoyo de sus familias o ayuda gubernamental.
El hogar de ancianos va a ser administrado por una organización sin fines de lucro llamada Gladys and Njama Foundation que Nduhiu creó en el 2015 y que se enfoca en dar apoyo a niñas con gran potencial pero que sus familias no pueden pagar por su educación.
Y es que el keniano siempre ha estado muy comprometido con la educación ya que durante su niñez enfrentó varias dificultades para poder ingresar a la escuela, ya que en su localidad natal en Ol-Pejeta, Nanyuki la educación era accesible únicamente para personas caucásicas y siguiendo este pensamiento el padre de Nduhiu consideraba que la escuela alejaba a los africanos de su cultura.
Sin embargo, Nduhiu huyó de su casa para vivir con su abuela donde finalmente estudió la primaria y aunque no pudo pagar la escuela secundaria, se unió a las fuerzas militares durante la Segunda Guerra Mundial que posteriormente le permitió ingresar a la escuela para ex combatientes y logró convertirse en maestro.
Varias décadas después, Nduhiu transmite su agradecimiento por las oportunidades que tuvo y se mantiene activo contribuyendo a la sociedad ayudando a jóvenes y ancianos.
Sin duda, un hombre muy honorable y con gran corazón.