Ambos son un ejemplo admirable de lo que significa luchar por la vida.
Odin Frost y Jordan Granberry son dos jóvenes nacidos con dificultades respiratorias. Aunque los doctores les dieron pocas esperanzas de vida, lograron graduarse de la escuela secundaria a la edad de 18 años.
Odin nació prematuramente y con problemas respiratorios. Debido al poco oxígeno que tuvo al nacer, tuvo un daño cerebral irreversible por lo que los médicos estimaron que tenía una tasa de supervivencia del 2%.
A pesar del difícil panorama para ambos, los niños lucharon, crecieron y se unieron al centro Wayne D. Boshers a la edad de 3 años. Esta escuela se especializa en la educación de niños con discapacidad. Ambos acudieron a la misma clase y desde ese momento se volvieron inseparables.
“Jordan se acercó a Odin mordiéndole la oreja, y Odin se vengó pellizcándole la pierna. Después de eso, fueron inseparables en el aula. Tenían esa conexión inmediata, ninguno de los dos podía hablar, pero sin importar dónde estaba el otro, siempre estaban juntos “, dijo Tim Frost, el padre de Odin.
“Cuando mi hijo comenzó a caminar y Jordan no, pero tenían esa conexión”, continúa el padre de Odin. “Mi hijo intentaba levantarse y empujar la silla de ruedas de Jordan”.
Luego de 15 años de una hermosa amistad, Jordan y Odin llegaron al final de su educación secundaria y se graduaron. Ambos pudieron participar en la ceremonia de graduación, la cual fue muy emotiva para ellos, sus familias y sus maestros. Este evento ocurrió en la primavera de 2020, y unos meses antes, Jordan comenzó a caminar.
Estos mejores amigos demuestran que el hecho de que alguien no pueda responderte no significa que no pueda entenderte. Ambos jóvenes tienen más personalidad, impulso, ingenio, humor y alegría para llenar el corazón de cualquiera con felicidad.