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Mujer adopta a una gata que fue ignorada en el refugio por su apariencia ‘fea’

“Adoptarla ha sido lo mejor que me ha pasado”.

Lamentablemente en el mundo existen muchos animalitos abandonados viviendo en las calles y aunque algunos son rescatados y llevados a refugios, no siempre son adoptados y sus posibilidades se reducen aún más cuando presentan alguna enfermedad, son viejos o no cumplen con los estándares de un animal ‘bonito’ o ‘tierno’.

Un claro ejemplo de este problema, ocurrió con una gatita llamada Bean que durante casi 1 año estuvo en un refugio sin que nadie la adoptara porque las personas decían que era fea y que parecía estar enojada. Sin embargo, esto cambió cuando Francisca Franken vió a la gatita a través de una página web para adopción de animales y quedó fascinada con Bean.




En una entrevista con Bored Panda relató que siempre había sido amante de los gatos pero cuando se mudó de la casa de sus padres a un departamento, el espacio era muy pequeño para tener una mascota, pero al cambiarse a uno más grande decidió empezar a buscar un gatito para adoptarlo. “Ví su foto y me enamoré de ella en el segundo que la ví. Bueno, al principio me reí porque sus fotos eran muy graciosas y parecía como una gata que pesaba unas 20 libras y se veía como una verdadera gánster ruda”.

Posteriormente, Francisca decidió enviar una solicitud para adoptarla y contó: “les envié un correo electrónico con mi información personal y otras cosas. Realmente hice todo lo posible para que fuera lo más informativo para que me eligieran para adoptarla”. Y es que Francisca creía que muchas personas iban a querer adoptar a Bean por lo que cuando se enteró que nadie la había querido porque la consideraban fea, se le rompió el corazón.




Francisca contó que “la mujer (del sitio web) que me llamó estaba asustada porque creía que había presionado el botón equivocado o algo y que en realidad no estaba interesada en ella en lo absoluto. Lloré ante la idea de que la pobre Bean no tuviera a nadie que quisiera amarla, así que hice una cita directamente con ellos para el 8 de enero”. Cuando llegó el día, Francisca se preparó para conocer a la pequeña y contó en la entrevista que: “Una mujer me llevó a su habitación y lo que vi fue mucho más hermoso de lo que jamás podría imaginar. Bean era (y sigue siendo) muy pequeña y tiene patas muy rechonchas y una cola corta. Y la cara más linda que jamás había visto. Comencé a llorar cuando entré a su habitación porque estaba muy abrumada. Ella no era en lo absoluto lo que había imaginado, pero era mucho mejor que eso”.

Posteriormente, Francisca preguntó a los empleados del refugio si podía adoptarla “me dejaron porque vieron cuánto la amaba desde ya. Me proporcionaron elementos básicos como una caja de arena, juguetes y un transportador y me la llevé a casa. De ninguna manera pude haber pasado otra noche sin ella. Bean frotó su rostro contra mis piernas y fue muy tierna y cariñosa”. 



De esta manera, Francisca llevó a Bean a su nuevo hogar y la pequeña se adaptó de inmediato a la casa, mostrando su hermosa personalidad cariñosa y juguetona con su mamá humana quien describió que “adoptarla ha sido lo mejor que me ha pasado”.