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Mujer que vendía elotes en la calle en su niñez, cumple su sueño de convertirse en piloto

Pasó de vender elotes en un puestito en la calle, a cumplir su mayor sueño: ser piloto de aviones comerciales.

Elsa Campodónico es una mujer mexicana que después de muchos años de esfuerzo logró su mayor deseo: viajar y volar por el mundo convirtiéndose en piloto comercial profesional.

Sin embargo, para poder llegar ahí, Elsa pasó por varios obstáculos ya que por sus bajos recursos, tuvo que trabajar desde muy pequeña y en su niñez y juventud vendió elotes en la calle, trabajó como ‘cerillo’ (empacadora en cajeros de supermercados) y también fue demostradora de productos. Hasta que poco a poco su situación mejoró y tuvo la oportunidad de estudiar en la universidad donde se graduó como Ingeniera Civil.



 

Adicionalmente, Elsa tuvo un tiempo de experiencia trabajando como azafata para una de las aerolíneas más importantes de México donde logró viajar por todo su país e inclusive a otros continentes. 

Gracias a su carrera, Elsa tenía un trabajo estable, pero aún deseaba cumplir su mayor sueño el cual era poder viajar por todo el mundo trabajando como piloto comercial y ante esto, tomó la decisión de volver a estudiar y salir de su zona de confort y fue 1 de 3 mujeres que se prepararon para pilotear en una escuela de aviación comercial en Estado de México, ya que esta profesión aún sigue siendo dominada por los hombres.



 

El ímpetu de Elsa la llevó a culminar rápidamente la parte teórica y aunque en la práctica tuvo algunas dificultades económicas porque debía realizar 180 horas de vuelo, a un costo no tan accesible para ella. Sin embargo, logró culminar el programa y con mucha determinación obtuvo todas sus certificaciones para convertirse en piloto comercial.

Actualmente, Elsa trabaja para una importante aerolínea donde cumple con su profesión con mucha felicidad y responsabilidad, para brindar la mejor experiencia posible para los pasajeros y la tripulación.



 

Gracias a su profesión, Elsa continúa explorando muchos países y sus culturas, cumpliendo sus dos sueños al mismo tiempo: viajar y volar. Y aunque también existen algunas dificultades cuando se trabaja como piloto, ella está muy feliz de haberlo logrado y poder disfrutar junto a su hijo y sus padres, a quienes ha podido llevar a algunos viajes.