A pesar de su corta edad, su labor es realmente grande e importante.
Muchas personas siguen sin asumir la responsabilidad del impacto que generan en la naturaleza, sin embargo, Raphael un niño parisino de sólo 10 años de edad, ha logrado asumir esa responsabilidad y ya ha retirado más de 7 toneladas de basura Del Río Sena en París.
El pequeño genio ha ideado un método que requiere sólo de imanes para funcionar y comenzó a finales de 2019, permaneciendo en medio del aislamiento social. Al darse cuenta de las graves consecuencias ambientales de la acción del hombre, decidió hacer su parte y pronto se convirtió en un héroe para su ciudad.
El río es considerado uno de los más importantes en todo Francia y, en la década de 1960, incluso se le llegó a considerar biológicamente muerto. Desde entonces, se ha incluido una serie de leyes y proyectos de protección ambiental destinados a restaurar el ecosistema del río.
Actualmente su contaminación es más baja, pero estamos lejos de que sea un río cristalino. Raphael ha logrado colectar toneladas de chatarra y entre ellos, scooters, bicicletas, y muchos objetos inusuales.
Su objetivo es limpiar el agua del río, y dedica todos sus fines de semana a pescar con imanes y la idea comenzó luego de ver un vídeo en YouTube. ‘’Comencé a ver a un YouTuber llamado Chrisdetek, quien también pesca con imanes y garras. Al ver toda la basura que recolectaba, decidí hacer lo mismo’’, comentó el niño.
Cuando el pequeño Rapha comenzó con su iniciativa, sus padres se sorprendieron, pues pidió como regalo de Navidad, ganchos, guantes, cuerdas e imanes. Luego al darse cuenta de su propósito decidieron no sólo apoyar a su hijo, sino ayudarlo.
Para pescar, el imán debe engancharse al extremo de una cuerda y arrojarse al agua: ‘’ Cuando sentimos que las cosas se mueven, tiramos la garra, que es una especie de gancho grande que toma parte del objeto y nos ayuda a tirarar’’, explicó Rapha.
Entre los objetos encontrados, algunos son extremadamente inusuales: una bayoneta de 1874, una urna funeraria y una motocicleta Yamaha de 250 kg. De vez en cuando, cuando el objeto es muy pesado, la gente que pasea por las orillas del río lo ayuda. Siempre con la compañía de su padre, preocupado por la seguridad de su hijo, tiene prohibido pescar objetos no identificados: “Ya ha encontrado una granada”, dijo el padre.
La gran mayoría de los objetos son recuperados por la ciudad, que los destina a reciclar, pero cuando el objeto es muy interesante y se remonta a un pasado que ya no existe, Raphael y su padre se reúnen en el pequeño “museo” que crearon en el sótano del edificio. . Además de esta actividad, el niño presta atención a su estilo de vida, usando menos plástico en casa y reciclando. Una actitud que ha tenido desde que era pequeño, según sus padres. ¡Qué ejemplo!