El pequeño nunca se imaginó que se encontraría este increíble tesoro.
Fionntan Hughes, un niño de 10 años originario de Irlanda del Norte, recibió un detector de metales por su cumpleaños en julio y no tardó mucho en salir a probarlo. El pequeño no se imaginaba que la primera vez que lo usaría se encontraría un tesoro enterrado, o más exactamente, los restos de una espada de 300 años enterrada a orillas del río Blackwater cerca de la casa de su familia.
“Me sentí emocionado, era una espada y estaba aquí. Realmente no esperaba nada demasiado grande”, dijo Fionntan en una entrevista con BBC.
Philip Spooner, un experto en armas antiguas declaró: “Es una espada tipo canasta con empuñadura tal cual como la usaron los oficiales y dragones ingleses desde aproximadamente 1720 hasta 1780, o podría ser una empuñadura de canasta escosesa de aproximadamente 1700 a 1850”.
“Lo último que quiero es que se quede oxidado en mi garaje, deteriorándose día a día”, comentó Paul Hughes.
Hasta el momento, el destino de este tesoro permanece incierto pero las autoridades lo determinarán de acuerdo a la Ley del Tesoro del Reino Unido de 1996.