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Oso juega con la nieve por primera vez, después de haber vivido casi toda su vida en una jaula

No podía contener su felicidad.

Lamentablemente, en algunas partes del mundo los circos aún siguen utilizando animales para el entretenimiento de las personas, sin importar las consecuencias que esto trae a los animales, que pasan en cautiverio, a veces durante toda su vida, en condiciones crueles y deplorables.

Un ejemplo de esto ocurrió con un oso llamado Napa, que nació en un zoológico en Serbia en el 2006 y después fue vendido a un circo en el que fue parte de un espectáculo hasta el 2009, cuando se promulgó una nueva ley que prohíbe el uso de animales para este tipo de actividades. Sin embargo, los dueños del circo, se negaron a entregar a Napa y pasó los siguientes 8 años viviendo en una jaula pequeña, donde sufría maltratos físicos, hambre, mala alimentación y un encierro que parecía interminable.




Por fortuna, una organización internacional llamada Four Paws se enteró de la situación de Napa y en el 2016 lo lograron rescatar con la ayuda de las autoridades de Serbia. Sin embargo, como Napa había estado toda su vida fuera de su ambiente natural, no podía ser liberado y por lo tanto, sus rescatistas lo llevaron a un sitio para su rehabilitación.

Una de las prioridades del equipo de rescatistas, era ayudarlo a que se adapte a un espacio libre de una jaula, ya que como nunca vivió en la naturaleza, él no sabía cómo comportarse como un oso. Además, los veterinarios lo ayudaron con sus problemas de salud, tal como lo explicó Ulrike Wuestner, miembro de Four Paws International “la salud de Napa no estaba bien cuando lo rescatamos, varios de sus dientes estaban rotos por morder los barrotes de la jaula y también por la comida incorrecta que recibía” 

Posteriormente, el equipo continuó con su rehabilitación y en el 2018 los rescatistas decidieron trasladarlo desde Serbia al Arosa Bear Sanctuary, un santuario de osos nuevo ubicado al este de Suiza, el cual está rodeado de montañas y Napa se convirtió en el primer residente del lugar.




Una vez en el santuario, los rescatistas empezaron un proceso de adaptación y a las pocas horas Napa comenzó a explorar y jugar por las instalaciones, hasta que después de unos días, fue liberado hacia el campo del santuario. En una entrevista con The Dodo, Ulrike mencionó que “el primer paso de Napa afuera, no fue un primer paso como tal, fue como si reuniera toda su valentía y diera un gran salto”. 

De esta manera, la vida de Napa cambió por completo, convirtiéndose en un animal muy curioso que ama jugar, bañarse, caminar y buscar comida, de una forma muy similar a como lo hacen los osos en la naturaleza. Adicionalmente, cuando se acercó el invierno y empezó a nevar, Napa no pudo contener su felicidad divirtiéndose, jugando y acostándose en la nieve por primera ocasión en su vida.




Por otra parte, Alexandra Mandoki, miembro de Four Paws International, mencionó en una entrevista con The Dodo, sobre un evento muy importante en la vida de Napa: “Estábamos muy felices al ver que por primera vez en su vida, empezó a hibernar. El simplemente se comportó como un oso normal en la naturaleza”. 

Adicionalmente, Alexandra mencionó que un tiempo después llegaron otros dos osos llamados Amelia y Meimo, quienes fueron rescatados de un zoológico en Albania. Después de unos meses de adaptación, Napa conoció a Amelia y los rescatistas de Four Paws creen que es posible que esa fue la primera vez que Napa vio a otro oso. Después de unos días Meimo se unió al dúo y Napa se convirtió en el líder del grupo.



 

En la entrevista, Alexandra concluyó: “Finalmente ver a Napa aquí en este nuevo ambiente, ver lo bien que se ha desarrollado en el santuario de osos y ver lo mucho que él aprecia disfrutar de su libertad, hace que realmente se pueda decir que cada pelea valió la pena. Napa ha cambiado por completo, ahora puede vivir como un oso, tiene su libertad, puede disfrutar de la naturaleza.. es eso lo que queremos en Four Paws, apoyar y ayudar a animales que merecen otra vida, una vida mejor”.