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Paloma construye el nido más hermoso con flores de un monumento

Nadie se explicaba porqué las flores desaparecían hasta que voltearon hacia arriba. 

Las amapolas se han convertido en un símbolo de fortaleza y perseverancia de los soldados heridos, especialmente desde que se les vio crecer en los campos de batalla después de la Primera Guerra Mundial. En el Reino Unido se hacen presentes en el Día del Recuerdo para honrar a aquellos que fallecieron en la guerra. 

Por su parte, Australia cuenta con la Tumba del Soldado Australiano Desconocido, donde es común observar estas flores. Sin embargo, el personal del Memorial de Guerra Australiano se dio cuenta de que las amapolas estaban desapareciendo. 



Esta extraña situación tenía confundidos a los trabajadores del lugar hasta que voltearon hacia arriba y se dieron cuenta de que una paloma había estado construyendo cuidadosamente su nido en la cornisa de un vitral. El hecho de que la paloma fuera la ladrona de amapolas fue una agradable sorpresa pues estas aves participaron de manera importante en los tiempos de guerra. 



Las palomas eran un recurso militar tan valioso que en 1942 se creó el Servicio de Palomas del Cuerpo de Señales Australiano. Las palomas fueron tan buenas en su trabajo de mensajeras que varias fueron galardonadas con la Medalla Dickin, que fue otorgada a los animales que mostraron gran nivel de servicio y devoción durante la Segunda Guerra Mundial. 

Al considerar esta relación especial entre las palomas y los soldados, el nido adquiere un significado completamente nuevo y único. A su manera, la paloma rindió homenaje al servicio de sus antepasados y de sus entrenadores humanos.