Su legado persiste y ahora su hija sigue los pasos de su papá, haciendo honor a sus palabras: “Las personas siempre necesitan pan”.
Gianni Bernardinello fue un panadero italiano dedicado a ayudar al prójimo de la mejor manera que él sabía: haciendo pan, pizzas y dulces, que cada día ponía en una canasta afuera de su negocio en Milán, para poder ayudar a sus vecinos y personas necesitadas que atravesaban dificultades económicas causadas por la pandemia del COVID-19.
Todos los días Gianni acudía a su panadería, horneaba nuevos panes para vender y para colocar en la canasta con un letrero que decía “Para dar una mano a aquellos que lo necesitan. Ayúdate a ti mismo y también piensa en los demás”.
Desde que empezó la pandemia en Italia en febrero del 2020, Gianni nunca dejó de ayudar a sus vecinos, convirtiéndose en una de las personas más queridas y respetadas en el barrio por su enorme corazón.
Ya que además de su ayuda durante los meses de la pandemia, Gianni se involucraba activamente con la comunidad en diferentes proyectos sociales y artísticos que le atribuyeron mucho reconocimiento como ser humano y por supuesto como un panadero muy talentoso.
Lamentablemente, Gianni contrajo la enfermedad del COVID-19 y falleció el 9 de noviembre del 2020 en un hospital de Milán a sus 76 años dejando un gran vacío en su comunidad quienes extrañan su hermosa personalidad y su ímpetu por ayudar a los demás.
Sin embargo, la filosofía de Gianni continúa intacta ya que su historia ha sido viralizada en todo el mundo y el panadero ha inspirado a cientos de personas a ayudar a sus comunidades.
Actualmente, Samuela Bernardinello, la hija de Gianni continúa con el negocio de su papá siguiendo sus mismos pasos de ayuda a la comunidad y honrando sus palabras “Él decía que debemos ayudar, ya que lo podemos hacer. Las personas siempre necesitan pan”.