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Pareja que vendía papel higiénico casa por casa para sobrevivir, crea gran empresa

Nunca se rindieron.

Los protagonistas de esta historia son Mónica Riveros Ortiz de 38 años y Gabriel Oviedo Franco de 40 años, una pareja de esposos originarios de Asunción en Paraguay, que hace 16 años atrás decidieron dejar su país natal y probar suerte en Argentina, donde empezaron a trabajar desde cero para poder sacar adelante a su familia.




Fue así como Mónica se dedicó a trabajar como peluquera y su esposo como conductor de transporte escolar. Sin embargo, con la llegada de la pandemia y las medidas de confinamiento progresivo en Argentina, la pareja se quedó sin empleo, tal como lo comentaron al medio paraguayo Crónica: “Nos quedamos totalmente en la nada, sin ingresos, con 5 hijos y un alquiler que pagar”.

Adicionalmente, Mónica relató que aunque recibieron una pequeña ayuda del gobierno, esto no fue suficiente: “gran parte se fue en alimentos para la familia y otro pequeño porcentaje lo guardamos y ahí arrancamos”. A pesar de la desesperación, la pareja sabía que debía intentar conseguir una forma de hacer dinero en medio de la incertidumbre que se instalaba en Argentina y en el mundo entero por el avance de la pandemia.




De esta manera, Mónica y Gabriel decidieron ir al mercado central y aunque su idea inicial era comprar verduras y frutas para posteriormente venderlas a domicilio, cuando llegaron al lugar cambiaron de parecer: “La plata era muy poca, no nos alcanzaba para nada. Entonces nos agarró un bajón tremendo. En ese momento, desde lejos, me puse a mirar cómo un camión descargaba papel higiénico y le dije a mi esposo ‘vamos a vender papel’. Fuimos a preguntar y la plata que teníamos nos alcanzó para 20 paquetes de uno económico”.

Posteriormente, la pareja empezó a ofrecer el papel higiénico casa por casa, a pesar de su miedo de un posible contagio. Mónica relató que “así vendíamos y nuestra pequeña plata fue creciendo y ahora somos una empresa. Nos fue bien y en casi un año le sacamos lo bueno a lo malo. Esto es trabajo duro y aprovechar la oportunidad”.



En la actualidad, Mónica y Gabriel cuentan con su propia distribuidora de papel higiénico, tal como lo mencionó la paraguaya con mucho orgullo por su arduo trabajo: “Ahora compramos directo de fábrica, somos distribuidores, contamos con dos locales. Nunca pensamos en quedarnos con los brazos cruzados porque por nuestros hijos hacemos lo que sea. De revendedores pasamos a vendedores y ahora pasamos a ser distribuidores. Queremos decirles a las personas que por más oscuro que sea el panorama siempre hay que creer”.