Bueno, no lo podemos negar el perro sin duda es muy inteligente.
Probablemente, la mayoría de nosotros pensamos en nuestras mascotas como los animales más grandes, inteligentes y bellos que jamás hayan pisado la Tierra. Para algunos, es algo cierto, pero otros están cegados por el amor puro e incondicional que cada padre siente por su hijo. Me refiero a perro …
Sin embargo, este doggo es ciertamente un niño inteligente, ya que descubrió que el mejor lugar para ir después de perder a su humano es la estación de policía.
Una mañana de la semana pasada, los oficiales del departamento de policía de Odessa en Texas recibieron una visita inesperada: un perro cortés que gentilmente puso sus patas en la recepción para informarles sobre su problema.
Parecía que le hacia falta su humano. El sargento Rustí Martin estaba entre los oficiales que recibieron a Chico y dijo que el perro no parecía preocupado por su estado perdido. Era como si acabara de pasear por el vecindario y decidiera visitar a los amables oficiales para alegrarles el día.
Tiempo después salió corriendo apresurado.
Los oficiales se aseguraron de hacer su día al menos un poco mejor a cambio. Dijeron que recibió “mucho amor y atención”. “Todos estábamos emocionados de tenerlo en el edificio”, agregó Martin. “Teníamos una pelota de tenis y la arrojamos un poco al lobby. Todos lo amaban “. Cuando terminó el tiempo de juego, era hora de asegurarse de que Chico regresara con sus legítimos dueños. Pero eso no fue tan fácil como puede parecer ya que la etiqueta de identificación se le había caído del cuello. Por lo tanto, se envió el control de animales para verificar si había un microchip.
Sin embargo, Chico sintió que su tiempo en el PD había terminado y se escapó rápidamente antes de que llegara el control de los animales. Afortunadamente, se dirigió directamente a su familia, quien lo reportó al día siguiente. “Salió corriendo tan rápido como entró”, dijo el sargento Martin. “El propietario respondió al día siguiente [para decir que] era su perro y que había regresado a casa sano y salvo. Vive a una milla de la estación “.
Afortunadamente el perro regresó con bien a casa y ahora sólo queda una curiosa anécdota.