Aunque el dolor de perder a sus hijos fue muy grande, el octogenario no dudó en acoger a sus nietos.
La guerra civil siria que empezó en el 2011 con un enfrentamiento entre sus Fuerzas Armadas y los grupos de oposición, se transformó en un conflicto internacional con la influencia de las dos mayores potencias nucleares y otros países regionales, dejando un caos generalizado en toda la nación con más de 400.000 fallecidos según las cifras estimadas de la ONU y una grave crisis humanitaria en todo el país con más de 6.6 millones de personas que han sido desplazadas en el territorio sirio y más de 5.6 millones de personas que han tenido que migrar a otros países.
Desafortunadamente, después de más de 10 años, el conflicto no parece estar cerca de terminar a pesar de algunos esfuerzos por la paz. Ante esto, el pueblo sirio sigue llorando las pérdidas de cientos de personas días tras día. Un ejemplo de esto, ocurrió con un anciano de 83 años que en lo que va de la guerra ha tenido que enterrar a 13 de sus 27 hijos y a 1 de sus 3 esposas.
A pesar del dolor de perder a sus familiares y continuar con las dificultades de vivir en un país en guerra, Abderrazaq Khatoun de 83 años tomó la decisión de adoptar a 11 de sus nietos quienes lamentablemente perdieron a sus padres por la guerra.
De esta manera, Abderrazaq llevó a los pequeños junto con su familia de 30 miembros para vivir en cuatro tiendas de campañas que construyó en una zona agrícola de Siria por la localidad de Harbanos, donde se encarga de cultivar la mayor cantidad de alimentos posible y de ayudar a los niños con sus tareas escolares. Según el medio France 24, el octogenario comentó a AFP que hace todo lo que puede para que sus nietos estén seguros a pesar de todos los problemas en su país y expresó: “Espero que vivan una vida feliz y que recuerden las historias de sus padres sacrificándose para defender la tierra (…) No los privaré de nada mientras viva“.
De esta manera, Abderrazaq ayuda a sus nietos luchando por su bienestar, por su educación y porque adquieran valores para ser defensores de la justicia y pelear por tener una vida digna. También recalcó que espera que eventualmente se haga justicia por la memoria de su esposa, sus trece hijos fallecidos y las miles de víctimas que ha dejado el enfrentamiento de la guerra siria durante más de 10 años.
Sin duda un gran ejemplo de abuelo, que a pesar de su avanzada edad no dudó en resguardar a sus nietos para procurar su bienestar en medio de las incertidumbres de vivir en un país en guerra.