El resultado fue un hermoso y único vestido cristalizado.
La artista israelí Sigalit Landau tiene una admiración única por el Mar Muerto. Su familia visitaba el lugar cada fin de semana lo cual hizo que este lugar tuviera una gran influencia en su trabajo creativo. “Es como encontrarse con un sistema de tiempo diferente, una lógica diferente, otro planeta”, señala la artista.
Su proyecto Salt Bride representa una colaboración única con el misticismo de la química del lago. Landau decidió sumergir un vestido negro en las aguas de este lago y regresó varias veces durante un lapso de 90 días para registrar los cambios provocados por la salinidad del lugar, mientras los cristales brillantes conquistaban la tela oscura.
Landau utilizó la sal para simbolizar esa fuerza sobrenatural, hechizando la tela negra en la nueva apariencia de un vestido de novia blanco.
El resultado fue un precioso vestido cristalizado que parece haber salido de un cuento de hadas.