Como dice el refrán, “la risa es la mejor medicina”. Animar a la gente hace maravillas no solo por la salud mental, sino también físicamente.
Un médico de California está llevando este ethos un paso más allá, no solo tratando a sus pacientes por medios médicos sino animándolos al bajar y romper un movimiento.
En un intento por levantar el ánimo de uno de sus pacientes después de una operación, Tony, de 42 años, del condado de Orange, decidió ir a bailar. Desde entonces, ha estado sacudiendo a su creador de dinero, y su baile se ha convertido en una parte integral de sus métodos de tratamiento.
Insistir en sonreír y ser más interactivo es “más poderoso” que algunos analgésicos, Tony bops, shimmies y juguetones con todos sus pacientes en el Hospital de Niños del Condado de Orange (CHOC), lo que le valió el apodo de “Dancing Doc”.