Su éxito está ligado a sus acciones altruistas
En 2006 Blake Mycoskie se tomó un tiempo libre de su trabajo y viajó a Argentina. Después de sumergirse en la cultura de este país, al final de su viaje conoció a una mujer Americana que se dedicaba a conseguir zapatos para niños de escasos recursos.
La carencia de calzado no sólo complicaba tareas cómo ir a la escuela o conseguir agua del pozo local; sino que exponía a los pequeños a un rango amplio de enfermedades.
Blake quedó impactado por esto, y después de viajar por muchas aldeas con la mujer y su grupo, presenció el alto grado de pobreza y carencias que existía en las comunidades alrededor de Buenos Aires.
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Esto convenció a Blake que debía hacer algo al respecto. Así, después de pensar en opciones para ayudar a los niños, tendría una de las mejores ideas de su vida: Una empresa de zapatos que por cada par que venda, le entregará un par de zapatos a un niño que los necesite.
Los zapatos serían un diseño diferente a las “alpargatas” argentinas; más atractivos para el mercado estadounidense, pero hechos por artesanos argentinos.
El comienzo
Así Blake regresó a Estados Unidos con sus alpargatas y le presentó la idea en una reunión a sus amigos cercanos. La respuesta fue tan positiva que cada uno de ellos salió con un par de TOMS en sus pies.
Sus amigos le mencionaron tiendas donde podría vender su nuevo producto. Motivado por la respuesta positiva, Blake decidió intentar venderle a estas tiendas, y como esperaba, no tardó en que una de ellas aceptara.