Las niñas no sólo quedaron libres de esta explotación, sino que también pudieron regresar a la escuela para concluir con sus estudios.
En las últimas décadas, las mujeres de todo el mundo han logrado grandes avances en lo que respecta a la igualdad. Desafortunadamente, aún existe mucho trabajo por hacer. En algunas regiones, las niñas y las mujeres siguen siendo objeto de un trato abusivo e injusto. Una práctica cultural que perjudica a las niñas y les impide alcanzar su pleno potencial como seres humanos es el matrimonio infantil.
Malawi es un país africano ubicado en el sur del continente. Se encuentra entre los países más pobres del planeta, el 74% de la población recibe un salario diario de menos de $1.90 dólares. Las sequías, la escasez de alimentos y las enfermedades también contribuyen a la pobreza y la desnutrición generalizadas. Además más del 10% de los malawianos son VIH positivos.
De acuerdo con la UNICEF, el 9% de las niñas de Malawi están casadas a la edad de 15 años; y el 42% para su cumpleaños número 18. En 2017, el Parlamento de Malawi introdujo una ley que elevó la edad legal para contraer matrimonio de 15 a 18 años, sin embargo esto no ha sido suficiente para resolver el problema.
Los matrimonios infantiles son una tradición de años, y se considera a menudo como una forma de pagar deudas. En algunas áreas, los padres ofrecen a sus hijas como esposas a cambio de dinero. Por lo tanto, el problema está vinculado a la pobreza, la desigualdad de género y la falta de educación.
Afortunadamente no todo es oscuridad. Theresa Kachidamoto, líder del distrito de Dedza de Malawi, llegó al poder en 2003 después de su hermano, el ex jefe de Dedza, quien falleció. Theresa se mudó de Zomba, una ciudad en la que había estado por más de 20 años y regreso a Dezda, para ocupar el puesto.
Kachidamoto, rápidamente descubrió que el matrimonio infantil era un problema grave y generalizado en las comunidades de Malawi. Después de consultar con los Ancianos que la habían elegido para el papel de Jefa, ella se propuso poner fin a la práctica y desafiar las normas culturales perjudiciales.
Ella comento con sus 51 subjefes (11 mujeres y 40 hombres) que tenían que prohibir tales matrimonios y anular los que ya habían tenido lugar. Estos cambios por supuesto no fueron fáciles, y varios subjefes masculinos desobedecieron sus órdenes. Afortunadamente, Kachidamoto tuvo la fuerza y el carácter para suspenderlos de sus puestos hasta que se alinearan a sus políticas.
Hasta la fecha, esta gran mujer ha logrado anular 2,500 matrimonios, llevando a cabo muchas ceremonias de anulación en persona. Se ha ganado el apodo de ‘’La liquidadora’’ y se ha hecho famosa por su enfoque de cero tolerancia. Aunque su acción es buena Theresa ha recibido muchas amenazas de muerte de personas aferradas a las antiguas prácticas, en particular familias que se benefician de las recompensas económicas del matrimonio infantil. Sin embargo, se niega a sentirse intimidada y continúa en su incansable labor por empoderar a las mujeres y garantizar que tengan libertad y educación.
Madres secretas
Como jefe con autoridad sobre casi un millón de personas, Kachidamoto no puede monitorear cada aldea. Es por eso que tuvo una ingeniosa solución: crear una red de mujeres que son responsables de comunicarle sospechas sobre matrimonios infantiles en las comunidades. Estas mujeres se denominan ‘’madres secretas’’.
Cuando una madre secreta alerta a Kachidamoto, la jefe trabaja con ancianos y líderes locales para detener el proceso de matrimonio. A veces, la jefa y sus informantes rescatan a las niñas de situaciones abusivas. Algunos hombres trabajan como “padres secretos”, pero el trabajo recae principalmente en las mujeres, que están mejor ubicadas en sus comunidades para recopilar este tipo de información. Junto a los informantes, la jefa también ha designado a mujeres voluntarias que brindan asistencia médica y apoyo emocional a las niñas que ya han estado casadas.
Futuro
El objetivo principal de Kachidamoto es garantizar que la ley expresa en 2017 se respete no sólo en su propio distrito, sino en todo el país. Ella planea continuar con su labor y construir un país en el que las niñas y niños nunca sean obligados a casarse antes de estar listos o siquiera quererlo.
‘’Cuando las niñas son educadas, todo es posible’’. -Theresa Kachidamoto
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