Por supuesto el bebé esta encantado de escuchar la melodiosa y adorable voz de su hermano mayor y sonríe en cada melodía.
La llegada de un hermanito es algo realmente maravilloso y que llena de dicha a toda la familia. La llegada de un bebé implica emoción, desvelos y mucha pero mucha paciencia. Pero ser el hermano mayor también implica una responsabilidad extra, de cuidado y una entrega de amor para los más pequeños.
‘’Pasaría 10 mil horas y 10 mil más si eso se necesita para conocer ese dulce corazón. Puede que nunca llegue allí, pero lo intentaré si son 10,000 horas o el resto de mi vida, te voy a amar’’, le canta el pequeño Rayce de 6 años. El amor no cuenta los cromosomas, dice su madre.
Este pequeño quiere tanto a su hermanito con síndrome de Down, que le canta todo el día. Al bebé le encanta y lo disfruta. No existen diferencias entre hermanos.
La familia es numerosa y viven en Arkansas, pero recientemente se unió a ella el pequeño bebé Tripp, quien nació con síndrome de Down y se unió al clan familiar con un cariño especial.
Rayce y Tripp crearon un lazo especial desde el día que nació, su conexión es tan profunda y hermosa que es realmente sencillo notar todo ese amor que se tienen.
Todas las tardes Rayce le canta a su hermanito. Despacio y delicadamente, le susurra las melodías y letras de cada canción.
Cuando nació, Tripp tuvo que permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del hospital, debido a algunas complicaciones. ParaRayce ese no fue un problema, pues cada tarde lo visitaba y acompañaba a sus padres.
Desde el comienzo le hablaba, lo miraba y cantaba, le describía su día. Ellos tienen una relación única y que muchos quisiéramos tener con otros.
La melodía que le susurra se llama ‘’10,000 hours’’ y es una de las preferidas del dúo. Su madre, por supuesto lo veía cantare y decidió grabarlos.
Sin duda esto es como luce el amor verdadero.