Un gran invento que puede ayudar a millones en el mundo en la lucha contra el coronavirus.
El uso de mascarillas se ha convertido en algo importante para no contagiarse ni contagiar a otras personas del coronavirus COVID-19. Este accesorio se ha vuelto esencial para el personal médico, pero cuando lo utilizan todo el día puede causar dolor.
Ciertos tipos de mascarillas están fabricadas con hilos que están atados detrás de la cabeza, mientras que otras tienen bandas elásticas que se fijan detrás de las orejas.
Utilizar estas máscaras durante varias horas seguidas puede causar un dolor bastante desagradable, que además del estrés de la situación, hace que el personal sanitario sufra al atender a los contagiados de coronavirus.
Un hospital local en Canadá publicó un mensaje en las redes sociales para encontrar una solución a este problema. Por suerte, un adolescente llamado Quinn Callander recibió este mensaje y tuvo una brillante idea.
Quinn es apasionado por la tecnología y la impresión 3D. En tan solo unos días, diseñó un pequeño modelo 3D de su protector, para después imprimir una docena de prototipos y enviarlos al hospital.
El invento de Quinn es sencillo, una sola pieza que se coloca detrás de la cabeza y sobre la cual se ajustan los elásticos, de esta manera evita que las ligas tengan contacto con las orejas. Además, el modelo del joven es ajustable para que cualquier persona pueda utilizarlo.
Quinn, quien es parte del movimiento ‘Scout’, decidió que su invento fuera accesible para todos, es por eso que cualquiera puede descargar el modelo e imprimirlo con una impresora 3D.
Sin duda este joven tiene un gran futuro y lo mejor de todo es que tiene un gran corazón para compartir sus innovaciones con el resto del mundo para ayudar.