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Abuelo de 86 años aprende a tejer para hacer gorritos y donarlos a bebés prematuros

Este hombre aprendió a tejer por sí solo para ayudar a bebés que lo necesitan.

Un anciano estadounidense retirado de 86 años llamado Ed Moseley está llamando la atención de todo Internet por una razón muy especial.

Él aprendió sólo a coser y en su tiempo libre se dedica a hacer gorritos para bebés prematuros de la unidad neonatal del Hospital Northside, en Atlanta.

Moseley vive en un hogar de ancianos, en el estado estadounidense de Georgia. Cuando el hogar abrió un programa de extensión para coser gorritos para recién nacidos, él no pensó dos veces en inscribirse, incluso sin nunca haber tejido antes en la vida.



“Pedí a mi hija que me comprara un kit y ella vino con las herramientas adecuadas para tejer”, dijo Moseley a ABC News. “Acabo de seguir las instrucciones. Fue fácil. Yo nunca había tejido, pasé por dos o tres intentos antes de conseguir un gorrito realmente bien acabado”.

Actualmente Moseley ha realizado más de 350 gorros y se dice muy feliz de poder ayudar a los demás, mientras que también encontró una nueva ocupación para él.

De acuerdo a la página web de ACJ , además de gorros, también ayudó a montar kits de higiene personal para mujeres y niños desfavorecidos y también teje gorros sin cobrar por ello.



Inspirados por la actitud de Moseley, muchos colegas residentes y demás equipo del asilo lo ayudaron en su proyecto.

Para los padres de los niños internados, el acto de ese señor es realmente importante:

“Significa mucho para nosotros, porque este es nuestro segundo período en el hospital”, dijo Doug Bunt, padre de uno de los niños.  “Tenemos una niña de 5 años que pasó 54 días ahí. Es muy bueno saber que hay otras personas que están pensando en el bienestar de estos bebés, nuestros bebés. El hecho de que ese hombre esté quitando un tiempo de su día para ayudar a los niños realmente significa mucho para nosotros”.



Para el Northside Hospital, que cuida de unos 2.000 bebés prematuros cada año, toda actitud de caridad es muy apreciada.

Moseley se muestra muy feliz con esta gran oportunidad de hacer el bien para niños y sus familias:

“Cuando alguien aprecia algo que usted hace, eso le hace sentirse bien”, dijo. “Me divertí mucho haciendo esto y ahora me he vuelto más experimentado. Estoy haciendo gorritos para todos mis nietos: trozos de cielo que la vida me ha dado”.