Esta organización está transformando la basura en educación.
Esta escuela solía ser una botella de plástico. También una bolsa de papas fritas vacía, una taza de café y una envoltura de caramelos. De hecho, solía ser un pueblo entero lleno de basura inorgánica que ensuciaba las calles y atascaba los ríos.
Esta escuela de botellas: es un edificio compuesto por miles de envases de refresco y agua desechados que se han rellenado con otros materiales de desecho para hacer ”ladrillos ecológicos”. El proyecto financiado por la organización sin fines de lucro Hug It Forward, tiene más de 30 escuelas como esta en Guatemala y El Salvador.
La fundación comenzó en 2009 con el objetivo inicial de enviar un abrazo alrededor del mundo. Sin embargo, al conocer la tecnología de las escuelas de botellas, sus objetivos se transformaron rápidamente de un proyecto pequeño a una empresa que cambia el mundo. Las escuelas de botellas son mucho más que una simple estructura física. Su impacto es mucho mayor que proporcionar refugio a los escolares. Ellos unen a las comunidades para resolver sus problemas. Hug It Forward guía el proceso y financia los costos básicos de ingeniería y construcción de las escuelas ($6,500 dólares por aula). Sin embargo, la comunidad tiene que administrar el proyecto y proporcionar los maestros, mientras que el Ministerio de Educación local debe acordar proporcionar los salarios. Los miembros de la comunidad también son responsables de proporcionar los ladrillos ecológicos, lo que significa abordar otro problema de la comunidad: basura.
A menudo, hay mucho para todos, ya que estos pueblos no tienen un sistema de gestión de residuos. Se necesitan alrededor de 6,500 botellas para construir una escuela con dos aulas y toda la comunidad participa, recolectando los envases y rellenandolos con más basura no biodegradable.
¿El producto final? Una escuela construida por la propia comunidad y una aldea mucho más limpia.
Las escuelas además tienen otro propósito que va más allá. Unir a las comunidades en resolución de problemas. Pero también son una oportunidad para que corporaciones de países desarrollados participen en un capitalismo más consciente. La organización también ofrece viajes de voluntariado de una semana, y varias compañías están aprovechando la oportunidad para participar en proyectos como este y construir más escuelas y mejores oportunidades.
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