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Artistas holandeses pintan un estante gigante en un edificio de apartamentos con los libros favoritos de los residentes

Estos artistas convirtieron la fachada de un edificio simple en un hermoso mural con un poderoso mensaje. 

Mientras muchos artistas callejeros eligen edificios abandonados y viejas vías de tren como lienzos para sus explosivas obras maestras, el artista callejero holandés Jan Is De Man elige ir por otro camino: realizando trabajos animados para las comunidades locales que desean conectarse. Su objetivo es crear proyectos ‘donde todos puedan identificarse’ solicitando la participación de los residentes que lo encargan. El regalo más reciente de De Man a un vecindario es un increíble estante para libros de tres niveles en un edificio de apartamentos en Utrecht, Países Bajos. El artista fue ayudado por el artista callejero Deef Feed.



“Conozco muy bien a las personas que viven en la planta baja. Han querido un mural de mi mano desde hace tiempo. También querían dejarme sentir libre en mi diseño siempre y cuando trajera algo positivo a su vecindario”.

Después de estudiar su lienzo, se le ocurrió la idea de crear un mural de l’oeil: “ilusión visual en el arte, especialmente cuando se utiliza para engañar al ojo para que perciba un detalle pintado como un objeto tridimensional. Me encanta hacer ilusiones en las paredes y me gusta ver sonrisas en las caras de las personas y esta idea podría unir todo esto”.



Parte del concepto fue involucrar a los residentes en el proceso artístico, “Ingresamos a la comunidad pidiéndole a las personas sus libros favoritos y pudimos poner 8 idiomas y culturas juntos en el mismo concepto. Todos, todas las edades, todas las culturas, todos los idiomas son bienvenidos. La única regla que establecí para participar en este proyecto de arte fue: no libros políticos ni libros religiosos. Además, todo título de libro era bienvenido”.

Jan Is De Man y Deef Feed tardaron una semana en trabajar a tiempo completo para llevar la idea del papel a la pared del edificio de apartamentos. Dijo que la parte más difícil era el concepto de planificación inicial.

Desde que se inauguró el mural, se ha convertido no solo en una fuente artística para reunir a los vecinos, sino también para que las personas se detengan a visitar una foto literaria. “El barrio donde se realizó este trabajo está lleno de diferentes culturas. Y me he dado cuenta de que este proyecto reunió a las personas sin empujarlas. Se encuentran a través de libros. Independientemente de las diferencias en las culturas, independientemente de las diferencias en los puntos de vista políticos. Independientemente de ser extrema derecha o extrema izquierda”.



¿Te gustaría que los edificios de tu localidad se convirtieran en obras de arte? Si has visto algún mural como este no dudes en compartirlo en los comentarios.