El Premio Nobel de Medicina se otorgó a dos científicos que descubrieron una forma revolucionaria de tratar el cáncer.
James P Allison y Tasuku Honjo, estadounidense y japonés, respectivamente, encontraron que el sistema inmunológico del cuerpo podría convertirse en cáncer.
El profesor Allison investigó una proteína que funciona como un freno para el sistema inmunológico.
Se dio cuenta de la posibilidad de liberar el freno y las células inmunes para atacar a los tumores. Allison cree que podría ser una nueva vía para tratar a pacientes con enfermedades terminales.
El comité del Nobel escribió, según el independiente:
“[El profesor Honjo] descubrió una proteína en las células inmunitarias y reveló que también funciona como un freno, pero con un mecanismo de acción diferente. Las terapias basadas en su descubrimiento demostraron ser sorprendentemente efectivas en la lucha contra el cáncer.
El cáncer mata a millones de personas cada año y es uno de los mayores desafíos de salud de la humanidad. Al estimular la capacidad inherente de nuestro sistema inmunológico para atacar a las células tumorales, los Laureados Nobel de este año han establecido un principio completamente nuevo para la terapia del cáncer”.
Añadieron:
“Durante más de 100 años, los científicos intentaron involucrar al sistema inmunológico en la lucha contra el cáncer.
Hasta los descubrimientos seminales de los dos galardonados, el progreso hacia el desarrollo clínico fue modesto. La terapia de puntos de control ahora ha revolucionado el tratamiento del cáncer y ha cambiado fundamentalmente la forma en que vemos cómo se puede controlar el cáncer”.
El profesor Allison dijo en una declaración que había hecho el descubrimiento mientras simplemente buscaba expandir el conocimiento humano.
Él
“Me siento honrado y humilde de recibir este prestigioso reconocimiento. Una motivación impulsora para los científicos es simplemente empujar las fronteras del conocimiento. No me propuse estudiar el cáncer, sino comprender la biología de las células T, estas células increíbles que viajan por nuestro cuerpo y trabajan para protegernos”.
Los primeros premios Nobel se otorgan en Estocolmo, Suecia, en los campos de física, química, medicina, literatura y paz. La ceremonia se realizó en el quinto aniversario de la muerte del sueco Alfred Nobel, el inventor de la dinamita. En su testamento, ordenó que la mayoría de su enorme fortuna se colocara en un fondo en el que los intereses se distribuirían anualmente en forma de premios a quienes, durante el año anterior, habrán otorgado el mayor beneficio a la humanidad.