El fósil tenía una antigüedad de 8 millones de años y los expertos están realmente sorprendidos con el hallazgo.
Mientras pescaba con su padre, un niño llamado Robson Cavalcante encontró un fósil de un cocodrilo gigante enterrado a las orillas del Río Acre, Brasil. Según los expertos, el fragmento encontrado es la mandíbula del animal, la cual tiene cerca de 8 millones de años de antigüedad. Un paleontólogo ha estado en el lugar para realizar la extracción.
El carpintero José Militão, el padre del niño, tuvo que usar una azada y un pico para cavar, lo que él pensó era un dinosaurio. ‘’Tuve mucho cuidado de no dañarlo’’, dijo el hombre. Casualmente, también confesó que ha estado interesado en los animales prehistóricos desde hace mucho tiempo y solía cavar lugares cerca del río con la esperanza de encontrar fósiles.
Cuando se corrió la voz, el arqueólogo Jonas Filho se dirigió rápidamente al sitio. Afirma que el fragmento encontrado es parte del cráneo de un Purussaurus, un reptil prehistórico que vivió hace más de 8 millones de años en los ríos pantanosos de la selva amazónica y medía cerca de 12 metros de largo. ‘’Es una mandíbula completa en este caso, e incluso puede considerarse algo inédito, porque a veces lo encuentras pero por separado’’.
Una de las principales características de esa especie era la fuerza su mordida, equivalente a siete toneladas y que le permitía tener una gran diversidad en su alimentación.