En lugar de hacer guerras entre personas, hay que ganar la batalla contra la contaminación.
Para nadie es un secreto que China tiene un problema de contaminación del aire. Pero tampoco lo es que recientemente el país ha trabajado arduamente para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de carbono.
En 2017 el gobierno decidió cerrar el 40% de sus fábricas y anunció sus planes para prohibir los automóviles que funcionan con diesel. Mientras que en 2018 el país se convirtió en el hogar de la torre de smog más grande del mundo; capaz de reducir la contaminación del aire cercana en un 15%.
Ahora China ha develado el plan más reciente de su estrategia ecológica: plantar árboles – 84,000 kilómetros cuadrados de ellos, para ser exactos.
El reto del gigante asiático
Actualmente, China posee aproximadamente 208 millones de hectáreas de área boscosa. Pero a lo largo de 2018, el país espera aumentar su cobertura forestal total del 21 al 23 por ciento; por lo que encargó a aproximadamente 60,000 soldados que se encarguen del trabajo.
De acuerdo a la información de Asia Times, un regimiento del Ejército Popular de Liberación; así como la fuerza de policía armada del país, fueron retirados de sus puestos en la frontera norte para el proyecto.
La mayoría de las tropas están siendo enviadas a la provincia de Hebei; una de las mayores contribuyentes al problema del smog en el país. La contaminada provincia cerca de Beijing; se comprometió a aumentar su cobertura forestal al 35 % para 2020.
De acuerdo a The Independent; Zhang Jianlong, jefe de la Administración Estatal de Silvicultura de China; dijo que la cobertura forestal total del país podría alcanzar hasta el 26% en menos de dos décadas.
Aunque el porcentaje adicional de bosques ciertamente será de ayuda; para realmente lograr un impacto en la calidad del aire será importante que el país siga impulsando otras iniciativas para lograrlo. Mientras tanto; el impulso a las energías renovables y la prohibición del uso de diesel parecen ser buenos aliados.
La contaminación del aire tiene un gran impacto en la salud humana, y países como China harían bien en reducir los niveles nacionales lo más pronto posible.
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