Los pequeños actos de bondad son los que cambian el mundo.
Muchos habitantes de las ciudades se han vuelto inmunes a las personas que se han quedado sin hogar y están en situación de calle, pero este hombre de 28 años se sintió obligado a hacer algo al respecto.
William Boyajian se mudó por primera vez a Nueva York hace un año y quedó impactado por la cantidad de gente que vive en las calles.
”Cuando me mudé a Nueva York desde el norte, el problema de la falta de vivienda realmente me molestó”, recuerda Boyajian. ”Estas personas necesitadas son nuestros vecinos y compañeros neoyorquinos, y no quería ignorarlos”.
Entonces, en lugar de ignorar la problemática, Boyajian llevó su guitarra a los túneles del metro y comenzó a buscar dinero. Sin embargo, el dinero que recibió no era para él.
El músico colocó un cartel al lado de la caja de su guitarra que decía: ”Si no tienes hogar o necesitas ayuda, toma todo lo que necesites (sólo me gusta tocar)”.
El resultado lo conmovió tanto que después usó está forma de trabajo para crear una organización benéfica llamada Hopeful Cases, con sede en la ciudad de Nueva York.
La organización sin fines de lucro, que Boyajian lanzó el año pasado, recluta artistas y músicos que utilicen la actuación callejera como medio para recaudar dinero para las personas sin hogar. Según él, las actuaciones son una forma divertida de tocar y practicar música, especialmente porque ”la gente no abuchea tanto”.
”En este momento, tenemos probablemente otros 2 o 3 artistas consistentes en la ciudad” dijo Boyajian a Good News Network. ”Lo mejor de este proyecto, sin embargo, es que las personas pueden entrar o salir dependiendo de su disponibilidad”.
Inicios
La propia carrera artística de Boyajian comenzó en 2012 cuando se graduó de Ithaca College con un BFA en teatro musical. El músico actualmente gana suficiente dinero de los conciertos de entretenimiento, que cuando no tiene shows, toca para Hopeful Cases.
Boyajian dice que el principal credo de ser un intérprete de Hopeful Cases es que debes evitar interactuar físicamente con el dinero tanto como sea posible; simplemente tienes que tocar hasta que todo el dinero se agote.
”A veces, sin embargo, pasan 5 horas, y el dinero sigue llegando y nunca se alcanza ese saldo cero”, dice. ”En esos caso tomamos el dinero restante y caminamos por las calles alrededor de la estación Penn o la Autoridad Portuaria y se lo entregamos a las personas que estén por la calle”.
Otros usos
El dinero además de ser entregado en ”bruto” a veces se ahorra para proyectos específicos, tales como tarjetas de metro, calcetines y útiles escolares, además la organización está trabajando en desviar algunos de los fondos para hacer que los productos de higiene femenina y artículos de tocador estén disponibles en los estuches de guitarra durante las presentaciones.
”El objetivo de este proyecto fue cambiar la manera en que pensamos, cuando le damos cosas a las personas sin hogar o en pobreza”, dice Boyajian. ”Como sabe cualquiera que viva en Nueva York o en cualquier otra ciudad importante, sus opciones son ignorarlos o hacer algo”.
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