Las niñas se hicieron mejores amigas mientras luchaban contra la enfermedad en un hospital local.
Las enfermedades son difíciles de enfrentar como adulto y no queremos ni imaginar lo que es ser un niño con una enfermedad tan fuerte y devastadora como el cáncer. Los pequeños no sólo se sienten fuera de lugar, sino que otros niños no entienden su dolor y sufrimiento a tan corta edad. Esto es lo que le sucedió a McKinley, Chloe, Ava y Lauren, todas entre 3, 4 y 5 años de edad; cuando se enteraron individualmente de que tenían cáncer. Recibieron tratamiento en el mismo hospital y las cuatro se tomaron una foto para celebrar su amistad.
Después de dos años, las cuatro se reunieron para celebrar su amistad y además estar libres de cáncer. Las pequeñas recrearon su foto original pero esta vez como sobrevivientes de cáncer.
Al igual que las personas mayores, los niños de todas las edades pueden desarrollar cáncer. El cáncer más común entre los niños es la leucemia, la cual padecían McKinley, Ava y Lauren. Chloe por otro lado sufría una forma rara de cáncer de pulmón. Y si bien el cáncer en los niños pequeños es algo horrible, las probabilidades de que sobrevivan son más altas.
La mayor parte de la supervivencia del cáncer es la detección temprana y el tratamiento. Y si bien es tratable, el proceso de lucha es a menudo largo y arduo, y pone a prueba la voluntad incluso del adulto más fuerte. Es por eso que un sistema de apoyo para combatir el cáncer es muy importante.
Afortunadamente para estas cuatro niñas, estaban recibiendo el tratamiento en el Hospital de Niños John Hopkins al mismo tiempo. Así que se convirtieron en amigas rápidamente, jugaron juntas y ofrecieron su amor y apoyo mutuo. Además sus madres también se hicieron muy buenas amigas y pasaron juntas por todo el proceso del tratamiento.
Para documentar esta lucha, y para celebrar su amistad, las cuatro niñas tomaron una foto juntas. Vestidas con tutús, todas sin cabello pero felices de estar juntas.
Las cuatro pasaron por su tratamiento juntas, uniéndose sobre su dolor compartido y luchando contra el cáncer. Como las 4 pequeñas sufrían cáncer se entendían mejor que si se juntaran con niños que no lo tienen.
Según la madre de Lauren, que sus amigas del hospital no tuvieran cabello le daba un poco de normalidad a la situación.
Después de dos años de tratamientos, las cuatro niñas ahora pueden llamarse a sí mismas sobrevivientes de cáncer. Y al igual que con cualquier sobreviviente de cáncer, las niñas tocaron la campana para señalar su triunfo sobre la enfermedad mortal. Con el cáncer en remisión, las cuatro niñas pudieron retomar la vida que merecen ♥.