Tras el terrible desastre natural en Sao Paulo, Brasil un buen samaritano decidió poner manos a la obra.
Durante a inundación que cubrió la ciudad de Sao Bernardo do Campo, Sao Paulo, la última noche del domingo al lunes, surgió un héroe: el surfista Marcelo Luna. Especialista en olas gigantes, Luna no se intimidó con los más de tres metros de agua que inundaron las calles de la ciudad y, con su jet ski, hizo que la tragedia fuera menor para muchas familias, salvando a más de 50 personas en la mañana hasta la noche de la segunda.
Marcelo, trabaja como rescatista en jet ski para surfistas de olas gigantes, y pasó la noche en una iglesia, contó que con la ayuda de seis amigos, que le pasaban informaciones por radio, inició sus planes para el rescate en medio de las aguas y lodo que cubrieron la ciudad después de que la cesó la lluvia.
Las imágenes del surfista a bordo de su jet ski por las calles de San Bernardo rápidamente ganaron los televidentes y conquistaron las redes sociales. Pasados los momentos de angustia y desesperación que aislaron a cientos de personas, Luna volvió a revisar a las personas que salvó y fue llamado desde héroe hasta ángel por ellas.
Su trabajo también se dio en asociación con el Cuerpo de Bomberos local, a quien él también visitó y llamó “verdaderos héroes” en un post.
Después de los rescates -en los que Marcelo muchas veces necesitó sumergirse en el agua para salvar a ancianos y niños- el surfista tuvo que pasar dos días internado en un hospital, para inyecciones anti-tétano y observación por el riesgo de leptospirosis y otras enfermedades.
Él, sin embargo, no se arrepiente del riesgo que corrió, y dice que lo haría todo de nuevo. “Es difícil no ser humano en una hora de esas”, afirmó.
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