En el agua, en la arena, en el cubo de basura o en un vertedero no importa a dónde llegue, esta botella no contaminará.
Entre las muchas tareas que la humanidad debe a toda costa ir a cumplir para salvar el planeta de sus propias acciones, es la de crear y utilizar alternativas biodegradables para envasados. Anualmente cerca de 25 millones de toneladas de basura terminan en el mar. Algunas estimaciones afirman que para el 2050 los mares tendrán más plástico que peces. Para ello, el Cove es una de las muchas empresas que trabajan en nuevos modelos alternativos, y así llegó el modelo de botella completamente biodegradable Cove.
Hecho de un biopolímero llamado PHA creador por un proceso de fermentación por una bacteria, la nueva botella de Cove se deshace completamente tanto en basureros o vertederos como en el propio mar. Se trata, por lo tanto, de una perfecta alternativa principalmente para botellas de uso único. Para deshacerse, el material necesita solamente cualquier contacto con actividades microbianas, que ocurren tanto en suelo y en el océano, permitiendo así que el embalaje “desaparezca”.
La idea del fundador de Cove, Alex Totterman, no es de entrar en guerra con los fabricantes de plástico, sino de crear alianzas. Para él es fundamental que tales asociaciones ocurran para que el apocalíptico escenario ambiental actual pueda ser efectivamente transformado. Así, no basta con limpiar el mar: hay que parar de contaminarlo.