La tecnología mejora cada vez más nuestras actividades cotidianas como ir al supermercado.
Cuando Amazon mostró al mundo su primera tienda llena de cámaras y sensores en los estantes que identifican automáticamente los artículos comprados y cobrar el pago en base a un registro previo, parecía decretado el futuro de la venta al por menor. Pero hay empresas que están apostando por un camino más familiar al consumidor para acabar con las filas en el supermercado.
En lugar de buscar cambios en los estantes, Caper es una empresa que ha invertido en carros de compra inteligentes.
La creación, desarrollada por la empresa fundada por Lindon Gao, ya usada en dos tiendas en Nueva York, es él quien tiene un lector de imágenes para que el consumidor escanee el producto y ya sea automáticamente calculado en la compra.
Al final, basta con usar la tarjeta de débito o crédito en el lector que también está incluido en el carrito, y llevar los productos a casa. También es posible pagar con los medios electrónicos Apple y Android Pay.
La idea del carro inteligente ya atrajo inversiones de $3 millones de dólares, liderados por First Round Capital y con la participación de Max Mullen, cofundador de uno de los servicios más populares de entrega de compras en los Estados Unidos, el Instacart.
“Si entras en un supermercado de hace 100 años, vería que nada cambió en relación a hoy, salvo los empaques. No tiene sentido que uno pueda llamar a un taxi o reservar un hotel por medio de aplicaciones, pero todavía tenga que quedarse horas en la fila para pagar una compra”, dice a Tech Crunch el CEO y fundador de Caper, Lindon Gao.
Por lo tanto, llevar la innovación a un sector que todavía opera sobre la base del tradicionalismo era su principal motivación para crear Caper. Envuelto en la tecnología desde los 14 años de edad, cuando creó una tienda virtual de juegos, Gao llegó a trabajar como analista de inversiones de bancos como Goldman Sachs, pero decidió que “mi lugar era incluso estar en startups”.
Ahora, se prepara para lanzar una nueva versión del producto, que reconocerá los productos sólo por el cliente colocarlo en el carrito. Incluso los productos comprados a granel serán computados por el peso reconocido en el carrito, que habrá programado en su memoria un mapa de la tienda en que está.